¡Hola, amiguitos! ¡Bienvenidos a Paulina Cocina! Una nueva receta nos convoca, y es de esas que nos recuerdan a la cocina de abuela y que tanto nos gustan. Vamos a cocinar: Pote asturiano, un guiso sabroso y potente para llenar el estómago y el alma.
Este plato tradicional de Asturias tiene la capacidad mágica de calentar corazones y estómagos, en esos días fríos donde lo que más queremos es un buen guiso cargado que nos llene de calor interno.
Así que, en esta nota, vamos a contarles todo lo que necesitan saber sobre el pote de berzas, otra forma de llamarlo. Su historia, ingredientes comunes, cómo hacerlo y, por supuesto, algunos consejos para que sea el mejor de todos. Al final encontrarán la receta de pote asturiano detallada para sumar a su cuaderno de recetas memorables.
Tabla de Contenidos
Sobre el Pote Asturiano
El pote asturiano es una versión regional de guiso típico, hecho a base de verduras, legumbres y carnes curadas, que se cocinan juntas hasta formar un plato sabroso y reconfortante.
Pero aunque sea un plato que nació en el campo, donde las berzas asturianas (una variedad de col del norte de España) y las patatas (papas) eran la base de la dieta, hoy en día es apreciado en todos lados, incluso en los restaurantes más “gourmet” de la región.
Lo interesante del pote asturiano es que, a pesar de su sencillez, cada casa tiene su propia versión. Pero lo que no suele faltar en esta receta son las berzas, esas hojas verdes que, cocidas a fuego lento, se convierten en el alma del plato.
¿Qué es un pote en España?
Antes de seguir, vamos a aclarar una cosita para los que no están tan familiarizados con el término. Un “pote” en España es básicamente un guiso o potaje que se cocina en un caldero grande (ese es el famoso pote).
Este tipo de platos, como el potaje de garbanzos, son comunes en zonas rurales, donde se aprovechaban los ingredientes de temporada y se cocinaban durante horas a fuego lento.
El pote asturiano es uno de los potes más populares de la cocina del norte de España, junto al cocido montañés y el potaje de garbanzos con chorizo.
El origen y la tradición del pote asturiano
El origen del pote asturiano, al igual que la fabada asturiana, se remonta a tiempos en los que la vida en el campo demandaba comidas contundentes para dar energía a los trabajadores después de largas jornadas.
Patatas, berzas, fabes y embutidos curados eran los protagonistas de este cocido asturiano, que esperaba en el fuego mientras los jornaleros trabajaban en el campo.
La tradición del pote asturiano está tan arraigada en la cultura asturiana que es un plato que no falta en ninguna celebración familiar o fiesta popular. Incluso en muchas ciudades se organizan concursos donde los cocineros locales compiten para ver quién hace el mejor.
5 Características del pote asturiano que lo hacen único
- El sabor ahumado del compango: El compango es el conjunto de embutidos que le da sabor al pote asturiano. Chorizo, morcilla y panceta se cocinan lentamente junto con las verduras y las alubias, liberando ese toque ahumado y profundo que caracteriza al plato. Sin un buen compango, no hay pote que valga.
- Las berzas asturianas: Son el alma del plato, de ahí que también se les diga potaje de berzas, si nunca las probaste, abajo te dejamos una foto para que puedas ver qué son las berzas. Pero, en caso de no conseguir, se puede preparar el pote asturiano con repollo o incluso con kale.
- Cocción lenta, paciencia infinita: Si hay algo que define al pote asturiano, es su cocción lenta. Hay que dejar que los ingredientes se cocinen a fuego lento, para que los sabores se mezclen y que todo quede en su punto perfecto.
- Patatas y fabes como base: Las patatas se deshacen un poco durante la cocción, espesando el caldo, mientras que las fabes (porotos, alubias, frijoles), tan tradicionales en platos asturianos como los fabes con almejas, le aportan esa textura cremosa que hace que cada cucharada de pote asturiano sea un placer.
- Un caldo espeso y sabroso: Uno de los grandes secretos del pote asturiano es el caldo que debe ser espeso, casi como una crema, gracias a la cocción prolongada de las patatas y las fabes.
Consejos para hacer el mejor pote asturiano
- No escatimar en el compango: Un buen pote asturiano necesita un compango de calidad. El chorizo y la morcilla deben ser ahumados, y la panceta, bien curada. No se conformen con productos de supermercado, vayan a la carnicería de confianza.
- Utilizar berzas (en lo posible): Aunque muchas recetas incluyen repollo, las auténticas berzas asturianas marcan la diferencia. Si pueden conseguirlas, mucho mejor.
- El caldo se desengrasa: Durante la cocción, es común que el compango suelte grasa. Lo mejor es quitarla de vez en cuando para evitar que el caldo quede pesado.
- La paciencia es clave: El pote asturiano tiene varios pasos y una cocción larga, por lo que es importante contar con el tiempo y las ganas para disfrutar el resultado que bien vale la pena.
- Al día siguiente es mejor: Si se puede, dejar reposar el pote de berzas de un día para otro. El reposo permite que los sabores se asienten y el resultado será espectacular.
- La cantidad de fabes, a gusto: No todas las recetas incluyen fabes , pero si se agregan es importante remojarlas previamente y cocinarlas a punto, para que no queden demasiado duras o se deshagan demasiado.
- Acompañar con pan: No puede faltar un buen trozo de pan casero para disfrutar todo el sabor del pote de berzas.
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Receta de pote asturiano
Rinde: 6 porciones
Tiempo de preparación: 2 horas y 35 minutos
Ingredientes
- 500 g de berzas asturianas (se puede reemplazar por repollo)
- 4 patatas medianas (papas)
- 1 cebolla
- Aceite de oliva
- 200 g de fabes (alubias pequeñas)
- 1 chorizo asturiano ahumado
- 1 morcilla asturiana ahumada
- 200 g de panceta curada
- Sal a gusto
- Agua
- Sofrito (opcional): 2 dientes de ajo y 1 cucharadita de pimentón.
Cómo hacer pote asturiano paso a paso
- Antes que nada, lavar las fabes y dejarlas en remojo la noche anterior.
- En una olla grande calentar aceite de oliva y saltear la cebolla junto con la panceta en trozos, hasta que se dore ligeramente, unos 3 o 4 minutos.
- Añadir las fabes escurridas, el chorizo y la morcilla cortados en trozos grandes a la olla. Colocar agua suficiente para cubrir todo
- Llevar a ebullición y luego reducir el fuego a medio-bajo. Cocinar por alrededor de 1 a 1.5 horas, o hasta que las fabes estén tiernas. Durante la cocción, eliminar la espuma del caldo con una espumadera quitando las impurezas.
- Lavar y cortar las berzas (o el repollo) en trozos grandes con las manos, y las patatas peladas en trozos medianos.
- Incorporar las patatas y las berzas a la olla. Si es necesario, añadir más agua para cubrir los ingredientes. Cocinar por 30 minutos más, hasta que las patatas estén tiernas.
- Para el sofrito colocar aceite en una sartén con los dientes de ajo picados y saltear (cuidando que no se quemen), y agregar el pimentón, revolver para integrar y agregar a la olla mezclando suavemente.
- Después de agregar el sofrito, cocinar todo junto por unos 10 minutos más para que los sabores se integren bien. Probar y ajustar la sal si es necesario.
- Dejar reposar el guiso durante al menos 30 minutos, o el mayor tiempo posible. Servir caliente con un buen trozo de pan.
