¡Konnichiwa queridas amigas y queridos amigos de Paulina Cocina! Hoy les traemos una receta de un postre japonés que está ganando reconocimiento en todo el mundo: Mochi. Esta delicia con forma de paquetito, tiene una masa muy particular, que se hace con harina de arroz, y sus rellenos pueden ser muy variados.
En esta nota les vamos a contar la historia detrás de los mochis, los secretos para su preparación, y una receta para lucirse en casa preparando este postre nipón y sorprender a todos.
Tabla de Contenidos
Sobre el mochi
Esta preparación es una joya gastronómica japonesa que se elabora a partir de harina de arroz glutinoso, también conocido como arroz pegajoso (el mismo que se usa para el sushi). Su nombre viene del japonés, donde “mochi” significa “pegajoso” o “amalgamado”.
La textura de esta preparación es su sello distintivo. Con una consistencia elástica y suave, este manjar se disfruta en diferentes presentaciones: desde pequeñas porciones rellenas hasta bollos más grandes para ocasiones especiales.
Los mochis pueden ser de diversos sabores y colores, lo que los convierte en una auténtica paleta de experiencias gustativas. Esta es una invitación a explorar una textura única y una gama de sabores que va más allá de la imaginación.
El arte de hacer mochis
El proceso de elaboración de estas bellezas requiere un poco de dedicación. La clave está en la harina de arroz glutinoso, cuya cocción y amasado lleva a la creación de estas pequeñas obras maestras comestibles.
Esta receta puede ser tanto una deliciosa experiencia individual como una actividad festiva compartida en grupo, ya que en Japón parte de la tradición es juntarse en familia a preparar mochis caseros.
Historia, origen y tradición del postre japonés mochi
El mochi trasciende el tiempo, ya que su historia se remonta a las raíces de la cultura japonesa. Desde su origen como ofrenda en ceremonias sagradas hasta su evolución en una golosina cotidiana.
Festivales como el “Mochitsuki” unen generaciones en la preparación de este manjar, manteniendo viva la esencia de la comunidad y la celebración.
A lo largo de los siglos, este postre ha evolucionado desde ser un alimento ceremonial hasta convertirse en un placer accesible en la vida cotidiana.
Explorando el significado de “Mochi” en japonés
Mochi no es sólo una palabra en el diccionario japonés, sino un término lleno de significado. Más allá de su característica textura pegajosa, tiene connotaciones de unión y prosperidad en la cultura japonesa.
Al igual que el arroz glutinoso se adhiere firmemente, este término representa la cohesión de la familia y la comunidad en los momentos difíciles. Esta receta no es simplemente un postre, sino un vínculo cultural.
El secreto en el interior del mochi
El exterior tierno y elástico del mochi esconde en su interior una diversidad de sorpresas gastronómicas. Estos pueden estar rellenos de diversos ingredientes, como de anko, una pasta de porotos rojos dulces (aduki), pero también de chocolate, té verde, crema, vainilla o frutas frescas.
Cada mordisco es una experiencia sensorial única, ya que la suavidad de la textura del mochi japonés se combina con los sabores del relleno.
El arte de disfrutar mochis
Comer un mochi es una experiencia que requiere atención y respeto por su textura peculiar. Debido a su elasticidad, es esencial masticar con calma para evitar que se desarme y poder degustar todos sus sabores.
En la cultura japonesa, es común tomar sorbos de té caliente entre bocados para equilibrar los sabores y facilitar la deglución.
Los sabores del mochi japonés
Si bien el mochi de fresa (frutilla) o el de anko, es un favorito conocido, este manjar se puede rellenar con una variedad de sabores. Desde el amargor del matcha hasta la frescura del mango, o el coco. Esta receta celebra la diversidad de la cocina japonesa.
El sabor de este pastel japonés es una amalgama de dulzura sutil. Aunque la base de la harina de arroz glutinoso es neutra en sabor, es el relleno el que aporta las notas gustativas y las combinaciones pueden ser muy variadas.
3 secretos para la magia
- Usar harina de arroz glutinoso: Es importante que la harina sea de arroz glutinoso, porque la masa característica no se hace con la harina de arroz tradicional.
- Amasado y cocción: El proceso de amasado y cocción en etapas determina la elasticidad y suavidad de la masa.
- Para darle color: Se puede experimentar usando colorantes comestibles, o colocando un poco de la mezcla del relleno a la masa, para darle un color más natural.
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Receta de mochis japoneses caseros
Rinde: 15 porciones
Tiempo de preparación: 1 hora (aproximadamente)
Ingredientes
Para la masa
- 1 taza de harina de arroz glutinoso
- 1/4 de taza de azúcar
- 2 gotitas de colorante comestible (opcional)
- 3/4 de taza de agua
- Almidón de maíz (para espolvorear)
Para el relleno de pasta de frutilla (fresa)
- 1 taza de frutillas (fresas) frescas
- 2 cucharadas de azúcar
- 80 ml de crema para batir (nata)
- 1 cucharadita de almidón de maíz (opcional, para espesar)
Cómo hacer mochi japonés paso a paso
Preparación del relleno de pasta de frutilla
- Lavar y cortar las frutillas en trozos muy pequeños.
- Aparte batir la crema con el azúcar, hasta que esté firme.
- Mezclar las frutillas con la crema y una cucharadita de almidón de maíz (opcional), integrar y armar bolitas con la ayuda de dos cucharas, para no manosear.
- Colocar sobre una bandeja y llevar al freezer hasta que se endurezcan ligeramente (45 minutos, 1 hora).
Preparación de la masa
- En un bol apto para microondas, mezclar la harina de arroz glutinoso y el azúcar. Agregar agua y revolver bien hasta que la mezcla esté suave y sin grumos. En este paso agregar el colorante (opcional).
- Cubrir el bol con papel film y cocinar en el microondas a potencia alta durante 1 minuto. Retirar, revolver para integrar la masa, y hacer 2 o 3 intervalos más de 30 segundos, hasta que la masa esté cocida y tenga una textura elástica.
- Espolvorear almidón de maíz (maicena) sobre una mesada. Ubicar la masa sobre la superficie espolvoreada y amasarla ligeramente hasta que esté suave y no se pegue a las manos. Si está muy pegajosa llevar un rato a la heladera.
- Cortar la masa en la cantidad de porciones que se desea preparar siempre colocando almidón de maíz en las manos para manipularla.
Armado
- Hacer un pequeño hueco en el centro de cada bola de masa y rellenar con las bolitas de pasta de frutilla.
- Cerrar cuidadosamente cada pastelito, asegurándose que queden bien sellados.
- Espolvorear con almidón de maíz para evitar que se peguen entre sí. Dejar a temperatura ambiente por alrededor de 30 minutos antes de disfrutar.