Mermelada de ciruela: Todos los consejos para que salga deliciosa como la de las abuelas

¡Hola amigas y amigos de Paulina Cocina, esperamos que estén pasándola muy bien y cocinando mucho! En esta nueva entrega queremos traer un clásico de clásicos en el mundo de las recetas, que seguramente a muchos los retrotraiga a su infancia: Mermelada de ciruela.

Cuando pensamos en mermelada de ciruela casera, seguramente se nos viene a la mente una abuela revolviendo una olla gigante con una cuchara de madera, mientras la cocina se impregnaba de un aroma dulce y ligeramente ácido. La mermelada de ciruela roja no es solo un manjar para untar en tostadas, es un viaje que nos transporta a esos momentos de calidez y tradición. 

Por eso hoy vamos a pasarles todos los tips y consejos para hacer la receta de mermelada de ciruela en casa y disfrutar de este dulce delicioso con los que más queremos, y de paso almacenar unos cuantos frascos para tener todo el año. 

Sobre la mermelada de ciruela

Hablar de la mermelada casera de ciruela es hablar de un clásico indiscutible de las despensas de las abuelas. Este dulce de ciruela, que ha pasado de generación en generación, es uno de esos placeres que no conoce de modas ni de tiempos. 

Desde las más tradicionales, hasta las versiones más innovadoras, la ciruela siempre se ha prestado para ser el ingrediente estrella. ¿Por qué? Por su combinación perfecta de acidez y dulzor, que permite crear un equilibrio de sabores inigualable.

Ahora, si bien la mermelada de ciruela puede sonar como algo sencillo, la verdad es que cada paso en su preparación tiene su truco. Desde la elección de la fruta hasta el punto exacto de cocción, cada detalle cuenta para lograr esa textura y sabor perfectos que todos buscamos en una mermelada de ciruela casera.

5 Atributos de la mermelada de ciruela casera

1. Textura: La textura de la mermelada de ciruela casera es algo que no se puede comprar en un supermercado. Lograr ese punto justo en el que la mermelada esté lo suficientemente espesa, es un arte. El secreto está en el tiempo de cocción y en la cantidad de azúcar que se utiliza.
2. Sabor: El sabor de la mermelada depende en gran medida de la calidad de las ciruelas. Si se utilizan ciruelas rojas, se obtendrá un sabor más dulce, mientras que con las ciruelas amarillas, la acidez será más pronunciada. Un buen consejo es probar las ciruelas antes de cocinarlas para ajustar la cantidad de azúcar necesaria.
3. Color: Una mermelada de ciruela roja tendrá un color intenso, casi granate, que es simplemente espectacular. Este color es uno de los mayores atractivos visuales de la mermelada, y se intensifica aún más si se deja la piel de las ciruelas durante la cocción.
4. Aroma: Nada como el aroma de una mermelada de ciruela recién hecha. El olor dulce y afrutado invade la cocina. Tip aromático: para darle un toque extra, se le puede añadir un poco de canela o vainilla durante la cocción.
5. Versatilidad: La mermelada de ciruela no es sólo para untar en una tostada de pan casero. También se puede utilizar como relleno de tartas o en galletas como las pepas, acompañar con quesos, o incluso como glaseado para carnes. 

Cómo regular la acidez y evitar el amargor de la mermelada de ciruela

Dos interrogantes que suelen surgir con esta receta es ¿cómo quitar la acidez de la mermelada de ciruela? y ¿por qué la mermelada de ciruela es amarga?

Lo cierto es que aunque la acidez es parte del encanto de esta confitura de ciruela algunas personas la prefieren más dulce. En ese caso se puede añadir un poco más de azúcar al final de la cocción o probar con un toque de bicarbonato de sodio (muy poquito, que no queremos arruinarla), que ayuda a neutralizar la acidez.

Por otro lado, el amargor puede ser el resultado de cocinar demasiado la mermelada o de utilizar ciruelas que no están del todo maduras. Para evitarlo, es mejor probar las ciruelas antes de empezar y no cocinarlas a fuego demasiado alto.

Cómo hacer mermelada de ciruela roja: La paciencia es clave

Hacer mermelada de ciruela es más que seguir una receta; es un proceso en el que cada paso cuenta. La clave está en seleccionar las ciruelas adecuadas, cortarlas en trozos uniformes y cocinarlas a fuego lento, revolviendo constantemente para que no se peguen. 

Las ciruelas grandes suelen ser más ácidas que las pequeñas, por lo que, dependiendo del gusto personal, para un resultado más dulce, una mermelada de ciruelas pequeñas puede ser una gran opción. 

Para el momento de la preparación no es cuestión de apresurarse; la paciencia es nuestra mejor aliada, por eso es importante respetar los tiempos de cocción, porque si nos pasamos, la mermelada puede quedar demasiado espesa o incluso amarga. Y si nos quedamos cortos, quedará un puré de ciruela en lugar de una mermelada. 

Otras formas de hacer mermelada de ciruela

• Sin azúcar: Para un dulce de ciruelas apto para personas con diabetes, como la mermelada de frutilla (fresa) sin azúcar o la mermelada de durazno (melocotón) sin azúcar, se puede endulzar con edulcorantes naturales como la estevia o la sucralosa. Es importante tener en cuenta que la textura será un poco diferente y quizás sea necesario  añadir pectina para que espese.
• Mermelada de ciruela express: Para los que tienen poca paciencia, una opción es hacer una versión rápida utilizando ciruelas congeladas. Solo hay que cocinarlas con un poco de azúcar y jugo de limón durante unos 20-30 minutos, ¡y listo!
• Con otras frutas: Se pueden sumar otras frutas como manzanas, fresas(frutillas) o albaricoques (damascos) para darle un toque diferente a la mermelada. Eso sí, es clave ajustar la cantidad de azúcar según la acidez de la fruta que se agregue.
• Con semillas de chía: Para una opción más saludable y con una textura única, agregar semillas de chía es una excelente alternativa. Estas semillas no solo aportan un extra de fibra y nutrientes, sino que también ayudan a espesar la mermelada de forma natural, reduciendo la cantidad de azúcar necesaria. Sólo hay que añadir una o dos cucharadas de semillas de chía a la mermelada una vez que esté cocida, y dejar reposar hasta que espesen.

7 Tips para preparar mermelada de ciruela roja

1. Usar ciruelas maduras: Las ciruelas maduras tienen más azúcar natural y menos acidez, lo que hará que la mermelada sea más dulce y menos amarga.
2. Pelar las ciruelas para una textura más suave: Aunque la piel añade color y textura, se pueden pelar las ciruelas antes de cocinarlas para que quede una mermelada más lisa. 
3. Añadir un toque de limón: El jugo de limón no sólo ayuda a conservar la mermelada, sino que también realza el sabor de la ciruela y equilibra la dulzura.
4. Cocinar a fuego lento: La paciencia es clave. Cocinar a fuego lento evita que la mermelada se queme o se pegue, y ayuda a que espese de manera uniforme.
5. Probar la mermelada antes de terminar: Antes de darla por terminada, probar la mermelada y ajustar el dulzor si es necesario. 
6. Hacer la prueba del dedo: Un clásico para comprobar que la mermelada esté lista es cargar una cuchara de madera con el dulce y pasar un dedo, si tarda en unir los dos lados, es que ya espesó.
7. Esterilizar los frascos: Para conservar la confitura de ciruela durante meses, es crucial esterilizar los recipientes en los que se van almacenar. Se pueden esterilizar los frascos en el microondas para hacerlo de manera más rápida. Esto evita que se formen bacterias y mantiene la mermelada fresca por más tiempo.

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Receta de mermelada de ciruela casera

Rinde: 4 frascos pequeños (aprox. 200 ml cada uno)

Tiempo de preparación: 40-50 minutos

Ingredientes

• 1 kg de ciruelas rojas
• 500 g de azúcar
• Jugo de 1 limón

Cómo hacer mermelada de ciruela roja paso a paso

1. Lavar bien las ciruelas, quitarles el carozo y cortarlas en trozos pequeños. Opcionalmente, puedes pelar las ciruelas antes de cortarlas.
2. Colocar las ciruelas en una olla grande junto con el azúcar y el jugo de limón. Cocinar a fuego lento, removiendo constantemente para evitar que se pegue.
3. Dejar que la mezcla hierva suavemente durante 30-40 minutos, removiendo ocasionalmente, hasta que las ciruelas estén completamente deshechas y la mermelada haya espesado. Puedes comprobar si la mermelada está lista haciendo la “prueba del plato frío”: coloca una pequeña cantidad de mermelada en un plato frío (previamente en el congelador) y, si al pasar el dedo por el centro se forma un camino limpio y la mermelada no fluye de regreso, está lista.
4. Mientras la mermelada aún esté caliente, verterla en frascos previamente esterilizados. Cerrar bien los frascos y colocarlos boca abajo. Déjalos enfriar por completo antes de voltearlos nuevamente. Esto creará un vacío que ayudará a conservar la mermelada por más tiempo.