¡Hola amigos y amigas de Paulina Cocina! ¿Cómo están? Sabemos que en los países del hemisferio norte el calor ya empieza a hacer estragos, por eso hoy les proponemos una bebida para refrescar tu tarde con mucho sabor: Leche Merengada.
Si bien esta delicia, tan simple como sabrosa, se puede disfrutar en algún que otro bar o heladería, la versión más rica es la de leche merengada casera, ya que lleva pocos ingredientes y es muy fácil de hacer.
Por eso, y como estamos al servicio de nuestra comunidad, te traemos toda la información sobre esta cremosa bebida, desde su historia, los motivos para hacerla, las claves para no fallar en el intento y, como siempre, una receta de leche merengada bien completita para deleitar a todos.
Tabla de Contenidos
Sobre la Leche Merengada
La leche merengada es una bebida tradicional española hecha a base de leche, clara de huevo, azúcar, canela y limón. La mezcla de estos ingredientes se lleva al congelador hasta obtener una textura similar a la del granizado, aunque no falta quien prefiera disfrutarla bien fría pero sin llegar a congelarse.
Esta bebida debe su nombre a la combinación de sus ingredientes principales: leche y merengue. Este último se obtiene de las claras de huevo batidas con azúcar hasta alcanzar una consistencia espumosa y ligera, que se incorpora a la leche aromatizada con limón y canela. El resultado es una bebida refrescante y dulce, perfecta para combatir el calor.
Origen de la leche merengada: Tradición española
La leche merengada tiene sus raíces en la península ibérica. Aunque no se conoce una fecha exacta de su invención, se sabe que se popularizó durante el siglo XIX, especialmente en Madrid, donde se convirtió en una bebida emblemática de las heladerías y cafeterías.
Durante el siglo XIX y principios del XX, las familias solían preparar la versión casera, especialmente durante los meses de verano, siendo particularmente popular entre los niños. Una bebida llamativa que se servía en vasos altos, a menudo acompañada de un sorbete o cañita, y se disfrutaba tanto en su forma líquida o como granizado de leche merengada.
5 Motivos para preparar leche merengada casera
- Sabor dulce y aromático: La combinación de canela y limón le imprime un sabor distintivo, dulce y ligeramente cítrico.
- Textura cremosa: Gracias al merengue italiano, esta bebida tiene una textura suave y cremosa que la hace irresistible.
- Frescura: Servida bien fría o en su versión granizada, es la opción perfecta para refrescarse en los días calurosos. Los niños la van a amar.
- Versatilidad: Aunque se disfruta principalmente como bebida, también puede usarse como base para postres y helados.
- Tradición y nostalgia: Esta bebida evoca recuerdos de la infancia, recetas de abuela y momentos compartidos.
Cómo hacer leche merengada: ¿Granizada o fría?
Hacer leche merengada en casa es más sencillo de lo que parece. Básicamente, se necesita leche, azúcar, claras de huevo, canela y limón. La leche se calienta con el azúcar y los aromatizantes, luego se deja enfriar.
Después, se añade el merengue y se mezcla todo con movimientos envolventes. La clave está en enfriar la mezcla lo suficiente para que adquiera esa textura cremosa que puede ser simplemente fría o granizada, de acuerdo al gusto personal.
El granizado de leche merengada es una variante de esta bebida que se ha popularizado por su capacidad refrescante, parecida a la de un helado. Para hacerlo, basta con llevar la leche merengada al congelador y raspar la mezcla de vez en cuando para obtener esa textura cristalizada tan característica.
La leche merengada y sus diferencias con otras bebidas similares
- Leche rizada: Mientras que la leche merengada lleva clara de huevo, la leche rizada lleva los mismos ingredientes, excepto el merengue.
- Batidos: Los batidos suelen contener una base de helado o frutas mezcladas con leche, a diferencia de la leche merengada que sólo lleva cáscara de limón para perfumar.
- Leche preparada: Esta bebida es, simplemente, leche con azúcar y, a veces, especias, sin la adición de claras de huevo batidas.
6 Claves para preparar leche merengada casera
- Usar leche entera: Le aporta una textura más rica y cremosa a la bebida.
- Perfumar la leche: No escatimar en la canela y limón. Estos ingredientes son los que le dan su sabor y aroma característico.
- Merengue perfecto: Es importante que las claras de huevo estén bien batidas antes de incorporarlas a la leche.
- Enfriado adecuado: Para obtener una buena textura, es importante enfriar la mezcla lo suficiente. Para una la versión granizada, hay que raspar la mezcla con un tenedor cada media hora mientras se congela.
- Endulzar a gusto: Es posible utilizar azúcar común o mascabo. Eso sí, es mejor probar la mezcla antes de enfriar, para encontrar el punto de dulce deseado.
- Experimentar: Aquellas personas que no consumen lácteos pueden probar hacer esta bebida con leche o agua de avena, o con leche de almendras.
5 Acompañamientos para el granizado de leche merengada
- Churros caseros: Con su exterior crocante y su interior suave, son un acompañamiento perfecto.
- Fartons: Estos bollos alargados y esponjosos típicos de la Comunidad Valenciana son excelentes para acompañar el granizado.
- Ensaimadas: Las ensaimadas mallorquinas, con su textura esponjosa y sabor dulce, complementan perfectamente con el granizado de leche merengada para una merienda completa.
- Galletas: Las galletas de mantequilla o las tradicionales galletas María, son un acompañamiento simple pero delicioso.
- Bizcochos: Un trozo de bizcocho de naranja, de limón, vainilla o chocolate, puede acompañar maravillosamente al granizado, creando un contraste de sabores increíble.
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Receta de Leche Merengada
Rinde: 4 porciones
Tiempo de preparación total: 3 horas (incluyendo el enfriado)
Ingredientes
- 1 litro de leche entera
- 200 gramos de azúcar
- 1 rama de canela
- Cáscara de 1 limón
- 2 claras de huevo
- Canela en polvo para espolvorear
Cómo hacer leche merengada paso a paso
- En una cacerola calentar la leche con la rama de canela y la cáscara de limón. Dejar que hierva suavemente durante unos minutos para que se infusionen los sabores. Retirar del fuego y dejar enfriar.
- Mientras la leche se enfría, hacer el merengue batiendo las claras de huevo con el azúcar hasta que se formen picos firmes.
- Incorporar el merengue a la leche fría, mezclando con movimientos suaves y envolventes, para que no pierda aire.
- Verter la mezcla en un recipiente y llevar al congelador. Para una textura granizada, se puede raspar la mezcla con un tenedor cada media hora hasta que alcance la consistencia deseada.
- Servir en vasos altos y espolvorear con canela en polvo antes de disfrutar.