¡Hola, gente hermosa, bienvenidos y bienvenidas a Paulina Cocina! Hoy vamos a cocinar juntos la receta de lasaña de carne con bechamel. Un plato que hace que cualquiera se enamore de la cocina.
Si, todos disfrutamos de una lasaña jugosa por dentro y crocantita por arriba, y queremos saber cómo lograr esto. Entonces prepárense, porque en esta receta paso a paso les contamos todos los trucos para hacer bien el plato definitivo del almuerzo para el domingo.
Desde cómo lograr una boloñesa espesa, hasta una salsa blanca sin grumos. Vamos, a precalentar el horno y a cocinar.
Tabla de Contenidos
Sobre la Lasaña de Carne
La receta de lasaña de carne picada con bechamel es un clásico que no puede faltar en tu repertorio de recetas que funcionan bien para cualquier momento de la vida.
La lasaña de carne tiene su origen en Italia, específicamente en la región de Emilia-Romaña, donde se la conoce como “lasagna”. Este plato ha cruzado fronteras y hoy es un clásico en muchos países, incluida Argentina, donde la llamamos “lasaña”. Cada país le ha dado su toque, pero lo que no cambia es el amor por sus capas de pasta, salsa y queso.
Ahora veamos cómo hacer una boloñesa bien espesita y también una bechamel suave, para que las capas queden perfectas y no se desarmen al servir. Aunque esta es una receta que lleva su tiempo, el resultado final vale cada minuto.
5 trucos para que tu lasaña quede jugosa y no se desarme
Hacer una lasaña de carne perfecta tiene sus secretos. Queremos unas capas bien definidas, jugosas y, por supuesto, que no se desarmen al primer corte. Puede parecer un desafío, pero con estos trucos vas a lograr una lasaña casera que deslumbre a todos en la mesa.
- Sella bien la carne: Hacemos esto al principio de nuestra receta de lasaña de carne. Con el fuego fuerte para sellarla y que mantenga sus jugos. Esto evita que pierda sabor y textura.
- Cociná la salsa blanca a fuego bajo: Prepará la bechamel a fuego bajo, batiendo constantemente para evitar grumos. Así conseguimos una salsa suave y cremosa, sin sabor a harina cruda.
- Si usas pasta seca: Es totalmente válido, pero aquí va el truco y es que la cocines un poco menos de lo indicado en el paquete, ya que se va a terminar de cocinar en el horno, absorbiendo los jugos de las salsas. (No te olvides que siempre podes hacer tu masa para lasaña casera)
- No llenes el molde: Dejá espacio entre el borde del molde y las salsas para evitar desbordes, y así también te aseguras que las capas se mantengan firmes.
- Dejá reposar la lasaña 15 minutos antes de cortarla para que no se desarme. Tu lasaña de carne merece todo el tiempo y la paciencia.
Tip 6: El mejor queso para la receta de lasaña de carne
El queso que usás para tu lasaña de carne puede cambiar todo. Tradicionalmente se usa queso parmesano, pero también podés probar con otros quesos duros como provolone. Lo importante es que lo ralles en el momento para que esté fresco y se gratine de manera espectacular.
2 Técnicas para congelar lasaña y hacerlo bien
Congelar lasaña de carne es posible y es una de esas soluciones mágicas que los mealpreperos de la vida ya habrán pensado, porque qué rico tener una porción de lasaña congelada que te salve en esos días de apuro.
Por suerte, la lasaña de carne es perfecta para congelar, el truco está en seguir algunos pasos para que conserve todo su sabor y textura cuando la saques del freezer. Por eso, acá te dejamos algunas recomendaciones clave (sirve para lasaña y otros platos congelados).
Primero vas a decidir, entre dos maneras de congelar: ya cocida o cruda antes de hornear. Cada método tiene sus ventajas dependiendo de tus necesidades y del tiempo que tengas disponible.
1) Congelar después de hornear:
Es el método más común, en general lo haces cuando preparaste una lasaña de carne completa y te sobraron porciones, o si querés tenerla lista para simplemente calentarla más tarde. En este caso seguimos los pasos:
- Enfriar completamente la lasaña: Ni se te ocurra mandarla al freezer recién salida del horno, es importante que la dejes enfriar. Esto evita que el calor genere condensación, que puede dañar la textura y sabor al descongelarla.
- Cortá porciones o congelá entera: Aquí depende si vivis solo o como te organices, pero lo más conveniente es cortarla en porciones individuales antes de congelarla. Así, sólo descongelás el plato que vas a comer ese día.
- Congelado directa: Una vez fría, la envolvés bien en film plástico y luego en papel aluminio, o la guardás en un recipiente hermético apto para freezer. No olvides etiquetar con la fecha.
Ventajas de congelar después de hornear:
- Cuando quieras consumirla, solo tenés que calentarla en el horno o microondas.
- Ahorrás tiempo, ya que ya está cocinada, y solo necesitás unos minutos para recalentarla.
2) Congelar lasaña de carne antes de hornear:
Este es otro método ideal si te gusta adelantar trabajo y tener una comida completa lista para cocinar en el futuro. El proceso es similar, pero te detenés antes de hornear:
- Armar la lasaña como siempre: Preparás todas las capas de carne, bechamel, queso y pasta, y las colocás en el molde.
- Prepáralo bien: Aquí también podés separar porciones y envolver bien cada porción en su molde con film plástico y luego con papel aluminio.
- Hornear después de descongelar: Cuando la quieras cocinar, la sacas del freezer y la dejas descongelar en la heladera la noche anterior. Luego, horneás como si la hubieras preparado recién, ajustando el tiempo de cocción según esté completamente descongelada o semi-congelada.
Ventajas de congelar antes de hornear:
- La comida conserva mejor su textura, ya que se hornea solo una vez, evitando recalentarla.
- Perfecta para preparar con antelación cuando sabés que vas a tener poco tiempo en la semana.
Regla general: etiquetá con fecha y contenido ¡por favor! Solo tenes que escribir la fecha y el tipo de lasaña en el envase para tener un mínimo control y asegurarte de consumirla dentro de 3 meses.
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Si te quedaste con ganas de aprender más recetas fáciles con truquitos de los que la tía paulina sabe dar, mirá esta receta de lasaña de verduras, que es un éxito igual que la de carne. O también podés mirar esta versión de lasaña express y rapidita: lasaña con tapas de empanada!!
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Receta de Lasaña de Carne con Bechamel
Rinde: 6 porciones
Tiempo de preparación: 2 horas
Tiempo de cocción: 45 minutos
Ingredientes
- 12 láminas de pasta para lasaña
- 500 g de carne picada (rosbif)
- 1 cebolla pequeña, picada
- 1/2 morrón rojo, picado
- 1 diente de ajo, picado
- 1 taza de tomate triturado
- ½ taza de agua o caldo
- 50 g de manteca
- 50 g de harina
- 500 ml de leche
- Sal, pimienta, comino, muez moscada y pimentón a gusto
- 1 Caldo
- 200 g de queso rallado (parmesano, provolone o el que prefieras)
Cómo hacer lasaña de carne paso a paso
⚠️ Precalentar el horno a 180°C.
- Preparar la boloñesa: En una olla caliente, colocar aceite en la base y saltear la cebolla, morrón y ajo picados a fuego bajo, con una pizca de sal, ir removiendo hasta que la cebolla esté transparente.
- Subir el fuego, agregá la carne picada y sellar bien. Incorporar el tomate triturado, caldo, sal, comino, pimienta y pimentón. Bajar el fuego y cocinar por 45 minutos, revolviendo para evitar que se seque demasiado.
- Hacer la bechamel: En una sartén a fuego medio, derretir la manteca, añadir la harina y cocinar hasta que huela a tostado. Agregar la leche de una vez y batir con un batidor de varillas para evitar grumos. Cociná hasta que espese. Condimentar con sal, pimienta y nuez moscada. La bechamel debe quedar suave y liviana. Retirar del fuego cuando aún esté un poco líquida, ya que espesará más al enfriarse.
- Cocinar las láminas de lasaña en abundante agua hirviendo, siguiendo las indicaciones del paquete, pero retirándolas antes de que estén completamente cocidas. Luego, pasarlas por agua fría para cortar la cocción y colocarlas sobre un repasador limpio para que se sequen bien.
- En una fuente para horno, colocar una capa de bechamel en la base, arriba láminas de lasaña, una capa de boloñesa, un poco de bechamel y queso rallado. Repetí hasta terminar con todo el relleno, finalizando con bechamel y queso.
- Hornear durante 30-40 minutos, hasta que esté dorada y crocante por arriba. Dejá reposar 15 minutos antes de servir.
