La harina de maíz es un ingrediente básico en la cocina de muchos países, especialmente en América del Norte y del Sur, y se obtiene del procesamiento de los granos de maíz, que se muelen para producir un polvo fino y suave.
La harina de maíz tiene un color amarillo claro y un sabor ligeramente dulce, lo que la convierte en una opción popular para muchos platos, desde salsas hasta panes y tortillas. Es una harina muy rica en carbohidratos, lo que la convierte en una fuente de energía eficaz para el cuerpo humano. También contiene pequeñas cantidades de proteínas, grasas, vitaminas y minerales, aunque en cantidades mucho menores que otros tipos de harinas. Sin embargo, debido a su alto contenido en carbohidratos, la harina de maíz no es la opción más saludable para aquellas personas que desean controlar su ingesta de calorías o seguir una dieta baja en carbohidratos.
La harina de maíz también es conocida por su alto contenido en almidón, lo que la convierte en un ingrediente ideal para espesar salsas y guisos. Además, su textura suave y sedosa la hace ideal para elaborar panes y galletas, dándoles una consistencia esponjosa y ligera. La harina de maíz también se utiliza en la preparación de tortillas, tamales, empanadas y otros platillos tradicionales de la cocina latinoamericana.
Recetas con harina de maíz