Si al escuchar “espinacas” viene a sus cabezas un recuerdo de ese trauma de infancia donde la metían en el puré a escondidas, prepárense para un cambio radical en su manera de pensar, porque las espinacas a la crema les va a cambiar el concepto que tenían de esta verdura.
La receta de espinacas a la crema transforma “lo verde” en algo digno de aplausos, incluso para los más pequeños de la casa. No estamos exagerando. En esta nota les vamos a contar cómo hacer espinaca a la crema, con todos los tips para que sea una delicia, y una receta con el paso a paso completo, bien fácil y en pocos minutos.
Tabla de Contenidos
Sobre las Espinacas a la Crema
Las espinacas a la crema son el clásico ejemplo de cómo convertir un ingrediente humilde en un manjar.
Básicamente, hablamos de unas espinacas cocidas, que se mezclan con una salsa de nata (crema de leche), y coronadas con queso gratinado. Sí, queso. Porque todo en la vida es mejor con queso, ¿no les parece?
Aquí el secreto está en usar espinacas frescas, una buena nata que le aporta cremosidad, más un queso que se derrita bien y quede ligeramente dorado para ser bien atractivo visualmente.
¿El resultado? Una receta versátil que puede pasar de guarnición a protagonista según la ocasión.
Formas de preparar espinacas a la crema con queso
Lo lindo de las espinacas a la crema con queso es que, como dijimos, son súper versátiles. Si lo que se busca es algo rápido, basta con saltearlas, añadir nata, añadir queso, y directo al plato, o sobre unos buenos fideos caseros.
Ahora, si podemos tomarnos un rato más para un plato especial, el horno es un aliado necesario.
Las espinacas al horno, con el queso gratinado y dorado por encima cambian la textura y la presentación del plato, además se le puede agregar nuez moscada, ajo, o incluso jamón, para elevar la receta a otro nivel y darle una vuelta de tuerca cada vez.
La mejor forma de preparar espinacas frescas
Un buen plato de espinacas a la crema empieza con unas espinacas bien tratadas ¿El truco? Cocinarlas apenas unos minutos para que no pierdan color ni nutrientes. Nada de espinacas amarillas o hechas una sopa.
- Una opción es cocinarlas unos 2 o 3 minutos directamente con el agua del lavado, sin agregarle más, y luego pasarlas a un bol con agua helada. Esto no sólo fija ese verde vibrante, sino que también evita que queden aguadas.
- Otra opción más simple es saltearlas directamente en una sartén con un poco de aceite y ajo. Esto les da más sabor y una textura ligeramente más firme, ideal para la receta de espinacas a la crema.
8 Características de las espinacas a la crema
- Cremosidad incomparable: La mezcla de nata y queso es el corazón de esta receta de espinacas a la crema. Una dupla infalible.
- Versatilidad: Pueden ser una guarnición, acompañar unas pastas caseras a modo de salsa, o directamente ser el plato principal de una cena ligera.
- Textura perfecta: El gratinado al horno le aporta un color y un sabor irresistible. Es el toque final necesario de la espinaca a la crema.
- Rápidas y fáciles: Las espinacas con nata gratinadas pueden estar listas en menos de 30 minutos.
- Saludables: A pesar de la crema, las espinacas siguen siendo una fuente importante de hierro.
- Aptas para personalizar: Unas nueces picadas, unos champiñones o unos trozos de jamón, son algunas de las ideas que van bien con la receta de espinacas a la crema.
- Atractivas a simple vista: El dorado del queso en las espinacas con nata gratinadas es una tentación a la que pocos se pueden resistir.
- Usos múltiples: Las espinacas a la crema pueden ser el relleno perfecto para crepes, tartas saladas, como topping para unas tostadas o la base para un huevo poché.
Los 5 mejores acompañamientos para espinacas a la crema
- Carnes a la plancha: Un buen filete de ternera o pollo combina a la perfección con la espinaca a la crema. Ideal para un plato completo.
- Pescados: El salmón al horno o el bacalao con tomate son opciones elegantes para servir con las espinacas a la crema.
- Papas a la crema gratinadas: La prima hermana de las espinacas con nata gratinadas para una fiesta de cremosidad.
- Arroz blanco: Un acompañamiento simple, pero que no falla.
- Pan crujiente: Un buen pan francés, para aprovechar hasta la última gota de crema.
Consejos, tips y secretos para espinacas a la crema perfectas
- El queso sí importa: Usar un queso que se funda bien sin desintegrarse, como el emmental o gouda.
- Nuez moscada: Esta especia es una aliada indiscutida de las espinacas a la crema porque realza su sabor. Siempre con cautela, eso sí.
- Cuidar la textura: La textura de la espinaca a la crema debe ser cremosa, no líquida.
- Espinacas frescas: Siempre que sea posible elegir las espinacas frescas, aunque las congeladas también son válidas.
- No escatimar en el queso: El gratinado debe ser generoso, así se luce el plato de espinacas a la crema.
- El toque de ajo: Saltear un diente de ajo picado con las espinacas les da un sabor increíble.
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Receta de espinacas a la crema
Rinde: 4 porciones
Tiempo de preparación: 30 minutos
Ingredientes para la receta de espinacas a la crema
- 500 g de espinacas frescas
- 200 ml de nata (crema) para cocinar
- 50 g de mantequilla (manteca)
- 1 cucharada de aceite
- 2 dientes de ajo (opcional)
- 1 cebolla picada (opcional)
- 100 g de queso rallado (emmental, gouda o parmesano)
- 1 pizca de nuez moscada
- Sal y pimienta a gusto
Cómo hacer espinacas a la crema o gratinadas al horno en 5 pasos
- Cocinar las espinacas frescas durante 2-3 minutos con el agua del lavado y escurrir bien (también se pueden saltear directamente con un poco de aceite en una sartén)
- Sobre la sartén derretir la mantequilla con la cucharada de aceite (para evitar que se queme) y, opcionalmente, añadir la cebolla y el ajo picados. Incorporar las espinacas y saltearlas unos minutos.
- Añadir la nata, y la nuez moscada, salpimentar a gusto. Cocinar a fuego medio hasta que espese un poco. (Si quedara muy líquida se puede añadir una cucharada de maicena disuelta en agua fría)
- Para el gratinado pasar la mezcla a una fuente para horno, cubrir con queso rallado y gratinar en horno precalentado a 200 °C durante 10 minutos, o hasta que esté dorado, cuidando que no se queme. Servir caliente y disfrutar.
