¡Sean bienvenidos a Paulina Cocina! Hoy vamos a hablar de la coca de llanda, una joyita de la repostería valenciana que se hace con cariño y tradición.
En esta nota vamos a hablar de esta maravilla dulce, les vamos a contar de dónde viene, por qué tiene ese nombre tan particular y, lo más importante, cómo prepararla para que quede como la coca valenciana que hacían las abuelas (las de ustedes o las prestadas, pero abuelas al fin).
Esta receta no tiene vueltas raras, no necesita batidora de última generación ni ingredientes extraños. Lo que sí necesita es amor y seguir algunos tips clave para que la receta de coca de llanda salga esponjosa, doradita y con ese sabor casero que amamos. ¡Adelante!
Tabla de Contenidos
Sobre la Coca de Llanda
La coca de llanda es uno de esos bizcochos que, aunque parezca simple, tiene personalidad. Lo que lo distingue, aparte de su sabor suave y textura esponjosa, es la forma en la que se hornea: en una “llanda”, una especie de bandeja rectangular o molde metálico que le da su nombre. Pero no se preocupen, si no tienen una llanda en casa, cualquier fuente rectangular sirve.
Esta torta de llanda es muy típica en la Comunidad Valenciana, sobre todo en la zona de Alicante y Valencia. Es ese bizcocho que aparece en meriendas, desayunos o cuando alguien llega a casa sin avisar y hay que improvisar algo para acompañar el cafecito. Es como la tía simpática de las tortas: siempre está, siempre gusta.
Lo mejor es que tiene una base muy versátil: se le puede poner ralladura de limón o de naranja, canela, azúcar por arriba, o incluso trocitos de chocolate o nueces si estamos en modo creativo. Pero la versión clásica, esa que conquista a cualquiera, es la que vamos a enseñar en esta nota.
Coca de llanda valenciana de la abuela
La coca valenciana de la abuela no es una receta cualquiera, es un legado. Muchas veces se transmite de generación en generación, a puro ojo y con medidas como “una taza de las grandes” o “lo que agarre con tres dedos”. Eso sí, el resultado siempre es el mismo: un bizcocho húmedo, alto y con un sabor que transporta directamente a la infancia.
La versión de la abuela suele tener ralladura de limón, mucha azúcar espolvoreada por encima (que se carameliza un poquito en el horno) y ese toque que sólo da la experiencia. Pero tranquilos, que también se puede lograr algo muy parecido aunque no tengamos nietos.
Coca en llanda: ¿por qué se llama así?
La palabra “llanda” viene del valenciano y hace referencia al molde metálico rectangular donde tradicionalmente se hornea este bizcocho. Así que cuando hablamos de coca en llanda, básicamente estamos diciendo “bizcocho en bandeja”. Simple, directo y al grano. Nada de nombres pomposos ni sofisticaciones innecesarias.
De hecho, esta forma de hornear es lo que le da esa textura tan particular a la torta de llanda: más bajita que un bizcochuelo clásico, pero más alta que unas cookies. Con bordes apenas dorados y un interior que es puro mimo.
7 Características de la receta de coca de llanda
- Textura esponjosa pero firme: No es un bizcocho aireado que se deshace con mirarlo, ni una piedra que necesita café doble para bajar. Es el punto justo entre esponjoso y compacto. Una miga que aguanta mojarse en leche pero no se deshace en las manos.
- Sabor suave y casero: Nada de sabores artificiales ni mezclas raras. El secreto de sabor de la coca de llanda está en lo simple: huevos, azúcar, ralladura de limón y una buena cucharada de amor. Eso que nos lleva directo a la cocina de la abuela.
- Costrita de azúcar y canela: Es su sello distintivo. Esa capa doradita y crujiente que se forma al espolvorear azúcar por encima de la coca de llanda antes del horneado. Un toque mágico que convierte lo simple en inolvidable.
- Horneado en bandeja (la famosa “llanda”): La coca de llanda no es un bizcocho alto, sino más bien bajito y rectangular, gracias a que se hornea en una bandeja metálica que distribuye el calor de forma pareja. Y si no tienen llanda, como dijimos antes, no se preocupen: cualquier fuente rectangular puede andar bien.
- Versatilidad total: Aunque la receta clásica es imbatible, la coca de llanda admite variantes: receta de coca de llanda con yogur, con ralladura de naranja, con chispas de chocolate o frutos secos.
- Apta para novatos y expertos: Es tan fácil de hacer que hasta el que nunca encendió el horno la puede preparar sin dramas. Pero también tiene ese encanto de receta clásica que los más experimentados saben perfeccionar con pequeños truquitos.
- Ideal para cualquier momento del día: Desayuno, merienda, postre, antojo nocturno… siempre queda bien. No necesita un evento especial. Es la receta de “porque sí”, y por eso se quiere tanto.
- Buena conservación Una vez lista se puede mantener durante 3 o 4 días en un recipiente hermético.
Receta de coca de llanda con yogur
Si quieren una versión aún más fácil y un pelín más moderna, pueden probar la receta de coca de llanda con yogur. Acá el yogur reemplaza parte de la leche y le aporta una suavidad increíble. Además, permite que quede aún más húmeda y se conserve mejor por unos días.
Solo se cambia la leche por un yogur natural o de limón, y listo el pollo. Bueno, la coca de llanda. El sabor es prácticamente el mismo, pero con un toque más cremoso y ligero. Ideal si están buscando algo con textura más tierna.
8 Claves para preparar una auténtica coca valenciana
- Huevos a temperatura ambiente: Parece un detalle, pero marca la diferencia. Los huevos fríos de heladera no se baten igual de bien y eso afecta la esponjosidad.
- Batir bien los huevos con el azúcar: No hay que apurarse. Cuanto más aireados estén, más ligera y alta quedará la coca de llanda.
- Usar aceite suave, nunca de oliva intenso: El de girasol o de maíz es ideal porque no le roba protagonismo al sabor del bizcocho. El aceite de oliva virgen se deja para la ensalada.
- Ralladura fresca, no esencia artificial: La piel del limón o naranja (sin la parte blanca) le da ese perfume que hace salivar apenas sale del horno.
- Harina común, pero tamizada: Aunque no hace falta harina de repostería, sí es clave tamizarla para que no queden grumos y la mezcla de la coca de llanda sea más ligera y aireada.
- No abrir el horno antes de tiempo: Este es el error clásico. Si se abre antes de los 30 minutos, el bizcocho se baja y ya no hay vuelta atrás.
- Probar con palillo, pero sin obsesionarse: Al pinchar la coca de llanda, el palillo tiene que salir seco. Si todavía tiene restos, se deja unos minutos más. Pero no se pasen, que seca pierde gracia.
- Dejar enfriar antes de cortar (aunque cueste): Sí, el olor es irresistible. Pero si se corta en caliente, se rompe todo. Esperen unos minutos y verán cómo se deja cortar en porciones lindas y parejitas.
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Receta de coca de llanda
Rinde: 8-10 porciones
Tiempo de preparación: 1 hora
Ingredientes
- 3 huevos grandes
- 250 g de azúcar
- 250 ml de leche entera (o 125 ml de yogur + 125 ml de leche, para la versión con yogur)
- 250 ml de aceite de girasol o aceite suave
- Ralladura de 1 limón
- 1 sobre de levadura química (polvo de hornear, 16 g)
- 400 g de harina de trigo común
- 1 pizca de sal
- Canela y azúcar extra para espolvorear por encima
Cómo hacer coca de llanda paso a paso
- Precalentar el horno a 180 ºC con calor arriba y abajo.
- En un bol grande, batir los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté bien espumosa y clara. A mano o con batidora.
- Agregar el aceite, la leche (o la mezcla de yogur y leche) y la ralladura de limón. Mezclar bien hasta integrar.
- Tamizar la harina con la levadura y añadir a la mezcla junto con la pizca de sal. Integrar con movimientos suaves y envolventes, sin batir en exceso.
- Verter la masa en una bandeja rectangular (tipo llanda) previamente engrasada o con papel de horno. Nivelar la superficie con una espátula.
- Espolvorear generosamente con una mezcla de azúcar y canela por arriba.
- Hornear durante 35-40 minutos, sin abrir el horno antes de los 30 minutos. Insertar un palillo en el centro: si sale limpio, la coca está lista.
- Sacar, dejar enfriar la coca de llanda y cortar en porciones generosas.