¡Hola curiosos y curiosas de Paulina Cocina! Hoy les traemos una que nos va a hacer sentir como Carrie Bradshaw por las calles de New York. O al menos viajar un poco con el paladar para disfrutar de un cheesecake original.
La receta de cheesecake tradicional al horno no es la de una simple torta, es una declaración de amor. Cremoso, denso, con una base de galletitas que se deshace en la boca y el toque ácido del queso y la crema que lo hace irresistible. Es un postre que nunca pasa de moda.
Hoy vamos a explorar sus secretos, su receta clásica y algunos tips infalibles para que quede como salido de una cafetería neoyorquina. Prepárense, porque este artículo tiene de todo: historia, cómo hacer crema agria, respuestas a algunas dudas existenciales (sobre el cheesecake, ¡claro!) y, obvio, la mejor receta de cheesecake para que hagan en casa.
Tabla de Contenidos
Sobre la receta de Cheesecake
El cheesecake estilo New York es el padre de todos los cheesecakes. Surgió en Estados Unidos a principios del siglo XX, cuando un señor llamado Arnold Reuben, dueño del restaurante Reuben`s, decidió mezclar queso crema con otros ingredientes para crear esta maravilla.
Desde entonces, esta “torta de queso”, significado que se obtiene al traducir literalmente su nombre del inglés, es un infaltable en restaurantes y cafeterías de todo el mundo y una torta que acompaña bien tanto el momento de la merienda, como el del postre.
¿Qué lo diferencia de otros cheesecakes? Su textura. Esta receta de cheesecake no es tan ligera como la tarta de queso, el pay de queso o el cheesecake japonés, no señor. Es denso y cremoso, con un equilibrio perfecto entre lo dulce y lo ácido, gracias a su uso generoso de queso crema y crema agria.
4 Características que hacen única esta receta de cheesecake
- Base crujiente: La base del cheesecake es la que aporta ese equilibrio perfecto entre lo cremoso y lo crocante. Se prepara con galletitas dulces tipo crackers, (como las Graham o las Digestive), que tienen ese sabor suave y ligeramente dulce.
- Relleno abundante: El alma de esta torta es su relleno. Se usa una cantidad generosa de queso crema, crema agria, que le aporta un toque ligeramente ácido para equilibrar el dulzor, y huevos, que funcionan como aglutinante, logrando una consistencia sedosa pero firme. Cada bocado es una explosión de cremosidad.
- Cocción lenta: Este postre requiere paciencia y una cocción lenta a baja temperatura. Este método permite que el relleno se cocine de manera uniforme, sin que se formen grietas en la superficie (el terror de cualquier pastelero). Además, ayuda a mantener esa textura homogénea y aterciopelada que lo distingue.
- Sin coberturas extravagantes: Aunque las decoraciones pueden ser tentadoras, el la receta de cheesecake original no las necesita para destacar. Su sabor y textura son tan impresionantes que no necesita más adorno que un plato limpio. Sin embargo, para darle un extra, una capa de frutos rojos frescos, una buena mermelada o un hilo de caramelo puede complementar sin opacar la estrella del postre. Pero siempre menos es más cuando se trata del auténtico cheesecake.
Receta de yapa: Cómo hacer crema agria casera
Hacer crema agria en casa es súper fácil. Es un ingrediente clave para darle ese toque ácido y cremoso al cheesecake original y muchas otras recetas. Para la receta de crema agria sólo se necesitan dos ingredientes básicos: crema de leche, limón y un poco de paciencia.
- Para obtener 1 taza de crema agria se mezclan 200 g de crema de leche con 1 cucharada de limón (o vinagre blanco) en un bol. Se revuelve suavemente con un batidor de mano para integrar, y se deja reposar por alrededor de 30 minutos, cubierto con un paño, a temperatura ambiente.
Una vez que la crema haya tomado consistencia espesa, llevarla a la heladera para que se enfríe. Se mantiene en buen estado durante 3-4 días. Esta crema agria casera es perfecta no sólo para cheesecake sino también para recetas saladas como tacos mexicanos o como dip sobre unas papas fritas crocantes.
6 Detalles de la receta de cheesecake al horno
El horno es el mejor amigo de esta receta. A diferencia de otras versiones que se hacen en frío o con gelatina, este se hornea para lograr esa textura cremosa pero firme que lo caracteriza. Aquí van algunos puntos clave:
- Horneado a baño maría: Es la técnica secreta para evitar grietas en la superficie y asegurar una cocción pareja.
- Reposo prolongado: Después de hornearlo, necesita enfriarse a temperatura ambiente y luego pasar varias horas en la heladera.
- Uso de queso crema de calidad: Es el ingrediente estrella, así que nada de elegir uno de consistencia dudosa. Incluso se puede pensar en un queso crema casero.
- Un toque de limón o vainilla: Le aportan aroma y sabor.
- Se conserva bien en frío: Si se guarda bien tapado, puede durar hasta 5 días refrigerado. Aunque siendo realistas, ¿quién puede dejarlo tanto tiempo sin comer?
- Es rendidor: Un cheesecake al horno puede rendir unas 10, 12 porciones generosas.
Los mejores acompañamientos para un cheesecake original
Esta receta es perfecta por sí sola, pero si quieren llevarla al próximo nivel, aquí algunas ideas:
- Salsa de frutos rojos casera: es la versión más conocida y un clásico que nunca falla.
- Leche condensada: La receta de cheesecake con leche condensada tiene un sabor más dulce y una textura extra cremosa. La leche condensada reemplaza el azúcar y parte de los ingredientes líquidos.
- Chocolate derretido: Para los más golosos, una salsa tipo ganache de chocolate una vez que el cheesecake está frío, queda increíble.
- Salsa de caramelo: Un toque de caramelo le aporta una textura crocante y un color irresistible.
- Crema batida: Un toque final con crema chantilly, puede quedar sencillo pero es delicioso.
7 Tips para una torta cheesecake perfecta
- Usar todos los ingredientes a temperatura ambiente. Esto evita grumos en la mezcla.
- No batir en exceso: El aire es el enemigo del cheesecake; queremos una mezcla lisa, no espumosa.
- Cocinar a baño maría: Colocar el molde en una bandeja con agua ayuda a que la cocción sea uniforme.
- Forrar el molde desmontable con papel aluminio: Así evitamos que el agua del baño maría se cuele.
- Dejar enfriar en el horno apagado: Esto previene que se agriete por cambios bruscos de temperatura.
- Paciencia para el reposo: Necesita mínimo 6 horas de refrigeración para alcanzar la textura perfecta.
- Usar un molde desmontable de calidad: Facilita el desmoldado y evita desastres.
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Receta de Cheesecake al horno original
Rinde: 10/12 porciones
Tiempo de preparación: 2 horas
Ingredientes para la receta de cheesecake
Para la base:
- 200 g de galletitas dulces.
- 100 g de manteca derretida.
Para el relleno:
- 900 g de queso crema (tipo Philadelphia).
- 200 g de azúcar.
- 200 g de crema agria (ver más arriba la receta)
- 1 cdita de esencia de vainilla.
- Jugo de medio limón.
- 4 huevos.
Cómo hacer cheesecake original paso a paso
Precalentar el horno a 180º.
- Triturar las galletitas y mezclarlas con la manteca derretida. Colocarlo en el fondo de un molde desmontable (24 cm) y presionar bien con ayuda de la base de un vaso o una cuchara. Hornear por 15 minutos en horno suave. Retirar y dejar enfriar.
- Subir la temperatura del horno a 200°C.
- Batir el queso crema con el azúcar hasta obtener una mezcla suave. Incorporar la crema agria, la esencia de vainilla y el jugo de limón. Agregar los huevos de a uno, batiendo solo lo necesario para integrar.
- Verter la mezcla sobre la base de galletitas ya fría. Envolver el exterior del molde con papel aluminio para evitar filtraciones. Colocar el molde en una bandeja con agua caliente (asegurarse de que el agua cubra al menos 2 cm del borde del molde).
- Hornear durante 10 minutos a 200°C. Bajar la temperatura del horno a 150°C y continuar la cocción por 1 hora y 15 minutos.
- Apagar el horno y dejar el cheesecake dentro con la puerta entreabierta hasta que alcance temperatura ambiente.
- Refrigerar por al menos 6 horas (idealmente toda la noche).
- Decorar con salsa de frutos rojos, chocolate, frutas frescas o ralladura de limón antes de servir.