Hola a todos y todas, ¿cómo están? En Paulina Cocina nos encanta el caldo, porque es la base de muchísimas comidas y muchas veces es lo que le da identidad al plato. Por eso hoy vamos a preparar el rey de los caldos, y sí, estamos hablando del caldo de huesos
No es una sopa cualquiera, ni un simple fondo de cocción. La sopa de huesos es una poción mágica de abuelas, llena de sabor y beneficios. No se trata sólo de agua y huesos, sino de paciencia, ciencia y mucho sabor concentrado. Así que vayan a buscar una buena olla y prepárense para aprender a hacer esta receta de caldo de huesos.
Tabla de Contenidos
Sobre el caldo de huesos
El caldo de huesos es una preparación ancestral que se obtiene hirviendo huesos de vaca, pollo, cerdo o un mix de todas, durante varias horas. Este proceso permite extraer todos los nutrientes de los huesos, incluyendo colágeno, minerales y gelatina, lo que le da esa textura espesa y un sabor profundo.
Pero, más allá del paladar, el caldo de huesos tiene fama por sus beneficios para la salud. Se dice que es bueno para las articulaciones, la piel, la digestión y hasta para el sistema inmunológico. Así que la próxima vez que se pregunten qué se hace con los huesos de la vaca, piensen en este caldo que además de ser rico, es saludable. Fantástico, ¿no?
Cómo distinguir un buen caldo de huesos
Lo que distingue al caldo de huesos es el tiempo de cocción y la composición de los ingredientes. Para que sea auténtico, necesita:
- Huesos con cartílago y tuétano (el famoso caracú): La clave para lograr ese caldo espeso y con cuerpo está en los huesos ricos en colágeno. Usar huesos de rodilla, fémur o garrón asegura una buena extracción de gelatina, lo que le da esa textura tan apreciada.
- Cocción larga y a fuego bajo: No hay apuro en esta receta de caldo de huesos. Cocinarlo a fuego suave durante al menos 8 horas (idealmente 24) permite que todos los nutrientes se liberen sin que el caldo se evapore demasiado rápido. Esa es la clave.
- Vinagre en la cocción: Unas cucharadas de vinagre de manzana ayudan a descomponer los huesos y extraer mejor el colágeno. No hay que preocuparse, que no va a quedar con gusto a vinagre.
- Vegetales y especias: Zanahoria, cebolla, apio y laurel son los clásicos que potencian el sabor sin opacar el protagonismo de los huesos. También se le puede agregar caldo de verduras casero o incluso caldo de pollo, para darle más intensidad de sabor.
Usos en la cocina: Para qué sirve el caldo de huesos
- Bases de sopas y guisos: Un buen caldo de huesos es el secreto para sopas sustanciosas y guisos con sabor profundo. Desde un locro, un guiso de carne y hasta una sopa de cebolla. Este caldo levanta cualquier preparación.
- Cocción de arroces y pastas: Cambiar el agua por caldo de huesos al cocinar arroz blanco o una pasta, es garantía de profundidad de sabor para cualquier plato.
- Bebida caliente en días fríos: Muchas personas toman la sopa de garrón como si fuera un café o un mate cocido, pero con un extra de nutrientes.
- Fondo de salsas y reducciones: Para darle un toque gourmet a una salsa o un estofado de carne, se reemplaza el caldo comercial o el agua por el caldo de huesos para un sabor más intenso
6 Características de la receta de caldo de huesos
- Tiempo de cocción largo: No hay atajos. Entre 8 y 24 horas de cocción lenta aseguran un caldo de huesos cargado de nutrientes y sabor.
- Uso de vinagre: Un detalle esencial que ayuda a romper la estructura ósea y liberar minerales y colágeno.
- Gelatinosidad: Si al enfriarse el caldo de huesos queda como gelatina, es señal de que se hizo bien y tiene colágeno de sobra.
- Sabor profundo: No necesita sal en exceso. Los huesos bien cocidos aportan un gusto concentrado y delicioso.
- Color oscuro: Especialmente si se doran los huesos antes de hervirlos, lo que intensifica el sabor y el color.
- Conservación fácil: Se puede guardar en la heladera por varios días o congelar en cubitos para tener siempre a mano.
7 Tips para hacer el mejor caldo de huesos
- Usar la olla adecuada: Lo ideal es una olla de acero inoxidable o una olla de cocción lenta, que permite mantener el calor constante sin evaporaciones excesivas.
- Tostar los huesos antes: Meter los huesos al horno por 30 minutos a 200ºC intensifica el sabor del caldo y le da un color más oscuro y atractivo.
- No hervir a borbotones: Si hierve demasiado fuerte, el caldo se enturbia y puede quedar con un sabor más amargo. El hervor tiene que ser casi imperceptible.
- Espumar la superficie: Retirar las impurezas que suben a la superficie durante la primera hora de cocción ayuda a que el caldo de huesos quede limpio y sin sabores amargos.
- Agregar vegetales enteros: Una cebolla en trozos grandes, zanahorias y unas ramas de apio le suman un toque dulce y equilibran el sabor.
- Darle el tiempo de cocción necesario: Ocho horas es lo mínimo, pero si se puede dejar 24 horas, mucho mejor. Cuanto más largo el proceso, más colágeno se extrae.
- Colar bien el caldo: Es importante pasarlo por un colador fino o una estameña (filtro de tela) para evitar residuos y dejar una sopa de huesos limpia y lista para usar.
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Receta de caldo de huesos
Rinde: 6 a 8 tazas (1,5/2 litros).
Tiempo de preparación: 8 a 24 horas.
Ingredientes
- 1,5 kg de huesos de vaca (preferentemente con cartílago y médula, como rodilla, fémur o garrón)
- 2 zanahorias (enteras o cortadas en trozos grandes)
- 1 cebolla grande (sin cáscara, cortada por la mitad)
- 2 ramas de apio
- 2 dientes de ajo (enteros, sin pelar)
- 1 ramita de romero (opcional)
- 2 cucharadas de vinagre de manzana
- 2 hojas de laurel
- 3 litros de agua fría
- Sal y pimienta a gusto
Cómo hacer caldo de huesos paso a paso
- Precalentar el horno a 200ºC. Colocar los huesos en una bandeja para horno y tostarlos durante 30 minutos hasta que estén dorados.
- En una olla grande, colocar los huesos tostados y todas las verduras. Cubrir con el agua fría.
- Agregar el vinagre de manzana y dejar reposar 10-15 minutos antes de encender el fuego.
- Llevar a fuego medio hasta que comience a hervir. Bajar el fuego al mínimo y cocinar entre 8 y 24 horas.
- Durante la primera hora, retirar con una espumadera las impurezas que suben a la superficie.
- Colar el caldo con un colador de malla fina o paño de algodón. Dejar enfriar. Opcional: Refrigerar por unas horas y retirar la capa de grasa solidificada antes de consumir o almacenar.
- Conservar en la heladera hasta 5 días o congelar en porciones para su uso posterior.