Estás sentado en la cocina, mirando una calabaza que tenés en la mesa, esa que estuviste mirando toda la semana en tu cocina y te preguntas: “¿qué hago con esto?”. Bueno, prepárate para no pensar más y ampliar tu repertorio de recetas con calabaza.
Bienvenidos y bienvenidas a Paulina Cocina! Hoy vamos a ver cómo transformar una simple calabaza en una estrella de rock, digna de una ovación de pie. Y no, no estoy exagerando. Te voy a mostrar cómo preparar una calabaza hasselback original, que no solo es deliciosa, sino que también es visualmente hermosa.
Esta receta tiene de todo, tanto que en el medio descubrimos un romance inesperado entre la calabaza y el limón que va a cambiar tu vida, o al menos, tu forma de ver las combinaciones de sabor con calabaza.
Tabla de Contenidos
Sobre la Calabaza Hasselback
Esta es una receta especialmente fácil y deliciosa, que combina la dulzura natural de la calabaza violín con la acidez del limón y un toque de picante para crear una fiesta de sabores en tu cocina y en tu boca. Así que prepárate para cocinar algo que te hará olvidar que alguna vez subestimaste a la calabaza.
Receta con Calabaza Violín, la elegida
Antes de entrar de lleno en este plato, hablemos un poco de la estrella del día: la calabaza violín. Este es un tipo de calabaza, que también se conoce como butternut squash. No es la típica calabaza de Halloween, con su rostro terrorífico y vacío por dentro (como tu ex, pero ese es otro tema).
- La calabaza violín tiene una forma estilizada, una piel suave y un interior que es puro oro naranja. Dulce, suave, y con un sabor muy versátil.
Esta variedad de calabaza es perfecta para ciertos platos por su forma alargada, su carne densa, textura suave y sabor dulzón, la convierten en un favorito para platos tanto salados como dulces. Ejemplos:
- Crema de calabaza
- Puré de calabaza
- Calabaza asada
- Guiso de calabaza
- Ensalada de calabaza asada
- Tarta de calabaza
- Ravioles de calabaza
- Gratinado de calabaza
La calabaza violín no solo es un ingrediente estrella entre las recetas con calabaza más populares, sino que también es una de las más versátiles en la cocina. ¿Quieres un puré? Ahí está. ¿Preferís una sopa? La calabaza violín lo hace posible.
La preparación de Calabaza Hasselback con paciencia
Vamos a empezar con lo básico. Para esta receta de calabaza hasselback, vas a necesitar muy pocos ingredientes, desde ya anotá en la lista una calabaza violín. Los ingredientes son muy pocos:
- Calabaza
- Jengibre ?
- Ajo (o mejor pasta de ajo) ?
- Jugo de limón ?
Una vez que tengas tu calabaza, el primer paso es cortarla en finas láminas, sin llegar a atravesarla por completo.
Aquí es donde entra en juego el truco de los palitos de sushi: la idea es colocar dos palitos de sushi por los lados de la calabaza y cortar la calabaza en láminas, los palitos te van a ayudar a que el cuchillo no llegue hasta el final, así la calabaza se va a mantener intacta mientras se cocina, dándole una textura perfecta. Foto ilustrativa:
Un romance inesperado: calabaza y limón
Si te digo que cierres los ojos e imagines… la suavidad dulce de la calabaza, encontrándose con la acidez del limón en un mismo plato. Suena un poco raro, ¿no? Como una pareja de película romántica donde los opuestos se atraen.
Déjame prometerte que cuando estos dos sabores se juntan en un plato, sucede algo mágico. La receta de calabaza hasselback es la prueba de que no hay que cerrarse a sabores nuevos e innovadores, porque pueden ser extraordinarios.
La calabaza violín, conocida también como butternut, tiene una dulzura sutil y una textura suave que la hacen perfecta para este tipo de preparación. El limón, por otro lado, agrega ese toque ácido necesario para equilibrar la riqueza de la calabaza, este dúo nos va a regalar un plato que es todo menos aburrido.
2 Trucos para la receta de calabaza hasselback: porque todos necesitamos ayuda
En esta receta usamos pasta de ajo y jengibre, ingredientes que quizá dudes en conseguir, por eso hablemos de dos truquitos para que no lo pienses mas.
- El primer truco es la pasta de ajo. Si en general evitar usar ajo porque terminas con las manos oliendo a ajo durante días. La solución es preparar una buena cantidad de pasta de ajo de una vez y congelarla en porciones pequeñas. Así, cada vez que necesites un toque de sabor en tus recetas, solo será cuestión de descongelar lo necesario.
- Truco 2, jengibre siempre fresco. A todos nos pasó alguna vez, comprar un jengibre entero para usar un poquito en una receta y luego queda olvidado en la heladera hasta que parece un fósil. Evita desperdiciar. Corta el jengibre en rodajas y congélalo. De esta manera, siempre tendrás jengibre fresco a mano; solo toma una rodajita y úsala al momento.
La salsa del cielo para tu calabaza hasselback
Ahora vamos a preparar una salsa especial para la calabaza, y por favor qué salsa! es la que lleva este plato de bueno a espectacular.
- Comienza con un par de cucharadas de queso crema. Podés elegir el queso crema que más te guste, incluso una crema vegana.
- A esto le añadimos pasta de maní o de cualquier otro fruto seco que tengas.
- El toque final es unas gotas de jugo de limón para ese contraste ácido que complementa perfectamente con la dulzura de la calabaza.
- Mezcla bien hasta obtener una crema suave.
Y si tenés buen gusto, ahora le agregas un toque de picante, ¿por qué no agregarle un poquito de picor a la vida? siempre bienvenido.
El poder de la calabaza y el limón: un amante ácido
Ahora, hablemos del limón. Ese cítrico que a veces pasamos por alto, pero que tiene el poder de elevar cualquier plato a niveles inimaginados. En esta receta de calabaza Hasselback, el limón es el amante ácido que contrasta perfectamente con la dulzura de la calabaza violín.
Es ese toque inesperado que, al principio, te hace fruncir el ceño, pero luego te das cuenta de que no podrías vivir sin él.
Ya hablamos de la calabaza violín, del limón y de cómo esta receta de calabaza Hasselback puede cambiar tu vida (o al menos, tu cena). Y listo, te dejamos con la receta y el video de esta receta, qué momento. Chau.
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Receta de Calabaza Hasselback
Rinde: 4 porciones
Tiempo de preparación: 65 minutos
Ingredientes
- ½ Calabaza Violín (aproximadamente 1 kg)
- 1 diente de ajo (o 1 cucharadita de pasta de ajo)
- 1 cucharadita de jengibre fresco (o pasta de jengibre)
- 1/2 cucharadita de guindilla o chile en hojuelas
- Jugo de 1 limón
- 2 cucharadas de queso crema (puede ser light o vegano)
- 1 cucharada de pasta de maní o de otro fruto seco (pasta de avellana, almendra, etc.)
- Perejil fresco picado
- Ralladura de limón para decorar
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- Sal a gusto
- Pimienta negra recién molida (opcional)
Cómo hacer calabaza Hasselback en 5 simples pasos
- Precalentar el horno a 180°C. Colocar la calabaza entre dos palitos (como palillos de sushi) y hacer cortes finos a lo largo sin llegar al fondo, utilizando los palitos como tope. Colocar la calabaza en una bandeja para hornear, rociar por arriba con aceite de oliva y sazonar con sal. Hornear durante 40-45 minutos hasta que esté tierna pero aún firme.
- Mientras la calabaza se hornea, prepara la pasta: calentar una sartén a fuego medio con un poco de aceite de oliva. Agregar el ajo y el jengibre picados, junto con la guindilla.
- Cocinar brevemente hasta que el ajo esté apenas dorado, evitando que se queme. Añadir el jugo de limón y retirar del fuego.
- Mezclar el queso crema con la pasta de maní hasta obtener una consistencia suave. Este paso es opcional, pero agrega un contraste cremoso y sabroso al plato.
- Sacar la calabaza del horno y dejar enfriar ligeramente. Colocar una capa de la pasta de queso crema en la base de un plato y colocar la calabaza encima. Rociar con el aderezo de ajo, jengibre y limón. Decorar con perejil fresco y ralladura de limón. Servir inmediatamente.
