¡Bienvenidos a Paulina Cocina! Hoy los invitamos a viajar a Japón, ¿qué tal?, pero no es un viaje físico, sino gustativo. Vamos a probar el tamagoyaki, una tortilla japonesa enrollada, dorada y con textura esponjosa, que es la estrella de los desayunos japoneses.
No se trata simplemente de un omelette japonés, porque este plato tiene su técnica, su historia y sus secretos. Pero aquí estamos para contárselos todos.
Hoy vamos a descubrir qué es el tamagoyaki, cómo se prepara, los trucos para que salga perfecto y con qué acompañarlo. Por supuesto, al final les dejamos la receta de tamagoyaki para hacer en casa.
¿Listos para poner manos a la obra y convertir unos simples huevos en una joya de la cocina japonesa? ¡Allá vamos!
Tabla de Contenidos
Sobre el Tamagoyaki
El tamagoyaki es una tortilla japonesa que se cocina en capas y se enrolla sobre sí misma hasta formar una especie de rollo firme y esponjoso. Su nombre significa literalmente “huevo cocido a la parrilla” y es un básico de la cocina japonesa, presente en el desayuno, en los bentos (luncheras) e incluso en los restaurantes de sushi.
Aunque se trata de una receta sencilla, lograr la textura perfecta requiere técnica y paciencia. Su sabor puede ser dulce, salado o una combinación de ambos, dependiendo de la región y de los ingredientes que se le agreguen.
En la versión tradicional, lleva caldo dashi, salsa de soja y mirin, lo que le da equilibrio de sabor y esponjosidad.
Historia y origen del tamagoyaki
El tamagoyaki tiene siglos de historia y se cree que su origen se remonta al periodo Edo (1603-1868), cuando la cocina japonesa comenzó a refinarse y los huevos se convirtieron en un ingrediente popular. En aquella época, la técnica de cocinar huevos batidos en capas se inspiró en recetas chinas y se fue perfeccionando hasta convertirse en el plato que conocemos hoy.
Con el tiempo, el tamagoyaki se ganó un lugar en la cocina diaria de Japón, siendo un infaltable en las cajas de bento y hasta en el sushi, donde se sirve como “tamago nigiri”. Su popularidad traspasó fronteras y hoy es un plato que se disfruta en todo el mundo.
Qué es el Dashi: La base del tamagoyaki
El dashi es un caldo esencial en la cocina japonesa y la clave para darle sabor y suavidad a platos como la sopa miso, y el que hoy nos convoca: el tamagoyaki. Se elabora a base de ingredientes como el alga kombu y el katsuobushi (virutas de bonito seco).
Su función en la receta es aportar profundidad de sabor y una textura más jugosa al omelette japonés. Si no se cuenta con dashi se pueden usar sustitutos como caldo de pollo suave, caldo de pescado, o incluso agua con un toque de salsa de soja.
Las claves de un buen tamagoyaki
- Textura esponjosa: El equilibrio entre huevo y dashi es clave para que el tamagoyaki tenga esa suavidad perfecta.
- Dulce o salado: Dependiendo de la cantidad de azúcar y salsa de soja, se puede personalizar el sabor de la tortilla japonesa.
- Cocción en capas: Se cocina poco a poco, en finas capas que se van doblando sobre sí mismas.
- Sartén rectangular: Aunque se puede hacer en una sartén común, la versión tradicional de tamagoyaki se cocina en una “makiyakinabe“.
- Movimiento constante: Hay que girarlo con paciencia para que las capas se adhieran bien.
- Reposo antes de cortar: Este paso es clave para que la tortilla tamagoyaki mantenga su forma y no se desarme.
- Presentación prolija: La tortilla japonesa se corta en rodajas parejas y se suele servir con un poco de rábano daikon rallado.
7 claves para preparar la mejor tortilla japonesa
- Batir los huevos sin sobrebatir: Los huevos deben batirse bien pero sin hacer demasiada espuma.
- Agregar dashi (o caldo), salsa de soja y mirin: Estos ingredientes permiten que el tamagoyaki tenga una textura jugosa y esponjosa.
- Cocinar a fuego suave: Hay que mantener un fuego medio-bajo y aceitar la sartén entre cada capa. Si el calor es demasiado fuerte, se dorará demasiado rápido y no quedará uniforme.
- Enrollar con paciencia y suavidad: El truco está en no apurarse. Hay que cocinar capa por capa y enrollar con suavidad, ayudándose con palillos o una espátula.
- Darle forma a medida que se enrolla: Si no se cuenta con una sartén rectangular, se pueden enrollar las cuatro puntas como si fuera un paquete, para darle la forma típica.
- Agregar verduras a la mezcla: Una vez que se adquiera práctica con la preparación del tamagoyaki, se pueden agregar trocitos de verdura bien picada en el huevo, para aportar textura y sabor.
- Envolver para el reposo: Es importante este paso para que no se desarme al primer corte. Una buena opción es envolver la tortilla tamagoyaki con papel de cocina para absorber el exceso de aceite.
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Receta de tamagoyaki
Rinde: 2-3 porciones
Tiempo de preparación: 15 minutos
Ingredientes
- 4 huevos
- 2 cdas. de dashi (se puede reemplazar por caldo de pollo o de pescado)
- 1 cda. de azúcar
- 1 cda. de salsa de soja
- 1 cda. de mirin (o vino blanco dulce)
- Opcionales: pimiento rojo, verde y cebolleta, todo bien picado.
- Aceite vegetal para la sartén
Cómo hacer tamagoyaki paso a paso
- Batir los huevos suavemente hasta integrar claras y yemas sin formar espuma. Agregar el dashi, el azúcar, la salsa de soja y el mirin. Si se van a usar las verduras, agregarlas en este paso bien picadas.
- Calentar una sartén a fuego medio bajo y engrasar con un poco de aceite, quitando el exceso con un papel absorbente.
- Verter una capa fina de la mezcla en la sartén y cocinar hasta que el huevo esté casi cuajado. Con una espátula, enrollar desde un extremo hacia el otro con cuidado.
- Desplazar el rollo hacia un extremo de la sartén. Engrasar nuevamente si es necesario. Verter otra capa de mezcla de huevo, levantando ligeramente el rollo para que el huevo crudo se extienda por debajo. Cocinar y repetir el proceso de enrollado.
- Continuar este procedimiento en capas, unas 4 a 5 veces, hasta terminar con toda la mezcla.
- Verter otra capa de mezcla y repetir el proceso, haciendo aproximadamente 4 o 5 capas, hasta acabar con la mezcla de huevo.
- Retirar el tamagoyaki de la sartén y envolverlo en papel de cocina para mantener su forma. Dejar reposar unos minutos.
- Cortar en rodajas y servir tibio o a temperatura ambiente.
