¡Bienvenidos amiguitos y amiguitas a otro capítulo de “¿qué se come hoy?” en Paulina Cocina! En este blog somos fans de las croquetas, y por eso hoy tenemos unas que vienen directo desde el corazón de Sicilia, con todo el toque italiano: los arancini.
Se trata de unos bocaditos o bolitas de arroz, rellenos con queso, carne u otras variantes súper sabrosas. Hoy vamos a ver todo sobre la receta de arancini, desde su historia, su significado, características, rellenos posibles, y consejos para que puedas prepararlos en casa.
Así que agárrate una copita de vino, que te contamos cómo preparar arancini siciliano casero de forma simple y, de paso, te convertís en la estrella del tapeo.
Tabla de Contenidos
Sobre los Arancini
¿Qué es arancini? Se trata de unas pequeñas bombas de sabor que nos llegan desde la bella Sicilia. Son como unas croquetas de arroz, más específicamente de risotto o de un arroz bien cremoso, y que tienen un corazón de ragú, mozzarella o jamón, entre otras opciones sabrosas.
Algunas personas pueden conocerlas como “arancines” en femenino, pero eso depende de en qué parte de Sicilia se encuentren. En el oeste, en ciudades como Palermo, se usa el término arancini en masculino, mientras que en el este, en zonas como Catania, las llaman “arancine” ¿Quién tiene razón? Nadie lo sabe, pero lo que importa es que son deliciosas en cualquier lado.
¿Cuál es el significado de “arancini” en italiano?
La palabra arancini proviene del italiano “arancia“, que significa naranja. Parece un poco extraña la elección del nombre, pero todo tiene sentido cuando se ve la forma y el color de estos bocados doraditos, muy parecidos a una naranja chiquita.
Sin embargo, el significado y la idea de las “arancini di riso” o arancini de arroz permanecen constantes: ¡pequeñas joyas doradas crujientes que parecen naranjas, pero que esconden un delicioso relleno de arroz y otros ingredientes!
Ingredientes y detalles clave de un arancini de arroz
Los arancini son básicamente bolas de arroz italianas, pero ¿qué es lo que llevan dentro? Un buen risotto o arroz cremoso es la base, claro, pero el relleno puede variar mucho. El clásico incluye ragú de ternera y mozzarella, pero también existen opciones de estas croquetas con jamón, con espinaca y ricotta, e incluso versiones con setas (hongos).
En cuanto a su tamaño, hay para todos los gustos. Los más pequeños pueden pesar alrededor de 100 gramos, mientras que las versiones más grandes, que sirven prácticamente como plato principal, pueden llegar a los 200 gramos o más. Eso sí, independientemente del tamaño, cada bocado es un éxtasis de sabor
Las 5 características únicas de los arancini sicilianos
- Crujientes por fuera, suaves por dentro: La magia está en ese contraste entre la capa exterior crujiente (gracias al empanado y la fritura) y el interior suave y cremoso.
- Versatilidad de rellenos: Si bien la receta clásica es con ragú y mozzarella, el arancini siciliano admite infinidad de variantes. Sólo es cuestión de apelar a la creatividad.
- Aptas para el freezer: No tienen que comer las croquetas todas de una vez (aunque ganas no faltan). Estas bolas de arroz se congelan de maravilla y en pocos minutos pueden salvar cualquier comida o tapeo.
- Tamaño variable: Pueden ser pequeños y elegantes, ideales como entrante o tapa; o pueden ser del tamaño de una pelota de tenis, perfectos como plato principal, con una guarnición fresca como una ensalada caprese.
- Tradición siciliana: Los arancini, al igual que los famosos cannoli, no son sólo un plato, son una tradición en la gastronomía de Sicilia. Cada familia tiene su propia receta de arancini, que pasa de generación en generación.
La fórmula para hacer arancini en casa: detalles de la receta siciliana
Hacer arancini en casa es un proceso más sencillo de lo que parece, eso sí, lleva un poco de tiempo. El truco está en hacer un buen risotto, preparado con un buen caldo casero o un caldo de pollo, que debe estar frío antes de armar las bolas, por lo que se recomienda hacerlo con tiempo o incluso la noche anterior.
- Al hacer el relleno, podemos elegir, porque además del arroz puede tener un cuadradito de mozzarella, o un buen ragú para un sabor más intenso.
- Para armar las bolas de arroz lo mejor es humedecerse las manos, y pasarlas por harina para que absorban mejor el huevo y luego el pan rallado.
- Finalmente se cocinan en aceite bien caliente hasta que estén doraditas.
Un consejo clave: no intentar hacerlas de forma apresurada. Estas croquetas sicilianas merecen su tiempo y su dedicación. Además, es una excelente receta para preparar en grandes cantidades y congelar, para tener siempre a mano una ración de comida casera gourmet.
8 Consejos para lograr un arancini siciliano perfecto
- Usar el arroz adecuado: El arroz ideal para los arancini es el de grano corto, como el arroz arborio o bomba, ya que suelta almidón y mantiene la forma de las bolas al enfriarse.
- Enfriar bien el arroz o risotto: Este es un paso clave. Si intentamos armar las bolitas con el arroz caliente, lo único que conseguiremos es un desastre. Así que paciencia, dejar que el arroz se enfríe completamente antes de manipularlo, incluso se puede refrigerar para mejores resultados.
- Relleno bien jugoso: El relleno debe ser jugoso y cremoso, pero no tanto como para desarmar las bolas de arroz, ni tampoco demasiado seco como para hacernos atragantar al primer bocado.
- Armar las bolitas con las manos húmedas: Es importante humedecerse las manos para armar los arancini y evitar que el arroz se pegotee.
- Empanado crocante: Pasar las bolas de arroz italianas por harina, huevo y luego por pan rallado es esencial para obtener esa capa crujiente perfecta.
- Aceite bien caliente: Al freír estas croquetas el aceite debe estar bien caliente (alrededor de 180°C). Si el aceite estuviera frío, las croquetas absorberán demasiado aceite y quedarán grasosas.
- Hornearlos para una opción más liviana: Si se quiere evitar la fritura, se pueden hornear. No quedan tan crujientes como las fritas, pero siguen siendo deliciosas y un poco más ligeras.
- Hacer de más: Hacer una buena cantidad y congelarlas antes de freír. Luego, sólo se sacan del congelador, y se fríen directamente.
Arancini: ¿Fritos u Horneados?
Aunque la versión clásica de los arancini es frita (porque seamos realistas, lo frito siempre es mejor), también podés hacer una versión horneada. No quedan igual de crujientes, pero si querés cuidarte un poco más, es una excelente opción. Un tip: pincelá las bolitas con aceite de oliva antes de meterlas al horno para que doren más parejo.
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Receta de arancini sicilianas
Rinde: 10-12 unidades
Tiempo de preparación: 40 minutos (más tiempo de refrigeración)
Ingredientes
- 500 g de arroz arborio o bomba
- 1 vaso de vino blanco
- 1 litro de caldo de pollo o verduras
- 50 g de manteca
- 100 g de parmesano rallado
- 150 g de mozzarella en cubos
- 200 g de ragú (carne picada en salsa de tomate) – Opcional
- 1 puñado de albahaca picada – Opcional
- 2 huevos
- Pan rallado para rebozar
- Harina
- Aceite para freír
Cómo hacer arancini siciliano paso a paso
- Hacer el risotto: Calentar aceite en una cacerola a fuego medio y agregar el arroz. Remover hasta que se ponga transparente (2-3 minutos) y luego incorporar el vaso de vino blanco y cocinar hasta que el alcohol se evapore.
- Cuando deje de salir olor a alcohol, agregar el caldo de a poco, 1 cucharón a la vez, removiendo constantemente y permitiendo que el arroz lo absorba antes de añadir más. Este proceso durará unos 20 minutos, hasta que el arroz esté cocido y cremoso.
- Una vez cocido el risotto agregar la manteca en cubitos y el queso parmesano rallado. Integrar todo y dejar enfriar hasta que esté a temperatura ambiente. También se puede refrigerar unas horas para que esté más compacto.
- Con el risotto ya frío, agregar la albahaca picada (opcional) y mezclar para que se integre. Humedecerse las manos y tomar una porción del arroz, hacer una bola y colocar en el medio el relleno elegido, ya sea el ragú, la mozzarella, o ambas.
- Cerrar la bola de arroz cuidando bien que se mantenga el relleno en el centro. Pasar la bola por harina, luego por huevo batido y finalmente por pan rallado.
- Calentar una sartén con abundante aceite y freír hasta que estén doradas y crujientes por fuera. Dejar escurrir sobre papel absorbente y a disfrutar.