¡Hola, cocineros y cocineras! Hoy vamos a hablar de un clásico de la cocina del sur de España que ya ha conquistado corazones (y estómagos) en todo el mundo: los chocos fritos o chocos a la andaluza.
Como buenos fanáticos de la comida rica y simple, no podíamos dejar pasar la oportunidad de compartir con ustedes todos los trucos para preparar unos chocos fritos perfectos: tiernos por dentro y crujientes por fuera.
Porque, siendo sinceros, nada peor que un choco gomoso, ¿verdad? Así que si te estás preguntando cómo hacer chocos fritos a la perfección, quédate leyendo. Y agárrate, que se viene un montón de info.
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Sobre los Chocos Fritos
Primero lo primero, ¿qué son exactamente los chocos? El choco es una especie de sepia, un molusco que se encuentra principalmente en el Atlántico y el Mediterráneo. En Andalucía, estos pequeños son estrellitas de la cocina, pero los chocos son los verdaderos protagonistas.
Se trata de tiras o anillas de choco rebozadas, que se cocinan en fritura hasta quedar doradas y crujientes. Suelen servirse como tapa o plato principal. Se parecen a los calamares fritos, pero el sabor y la textura son únicos y diferentes, eso es parte de su encanto!
Historia de los chocos fritos a la andaluza: Un clásico de Cádiz y Huelva
Los chocos fritos a la andaluza tienen sus raíces en la cocina marinera del sur de España, particularmente en la región de Cádiz y Huelva, donde el pescado y los mariscos frescos son parte esencial de la dieta diaria.
La costa andaluza es famosa por sus pescados fritos, y los chocos no podían quedarse fuera. Desde hace siglos, los pescadores aprovechan la abundancia de sepias y chocos en sus aguas para crear recetas sencillas pero deliciosas, como los chocos rebozados que hoy vamos a aprender a preparar.
Cocina andaluza y tradición marinera: El alma detrás de los chocos fritos
Este plato es una expresión clara de la cocina marinera andaluza, que se basa en ingredientes frescos y técnicas simples para resaltar el sabor natural de los productos del mar.
Los chocos forman parte de las tradicionales frituras que se sirven como tapas en los bares andaluces, junto a otros manjares como los boquerones, las acedías, o los calamares.
La costa gaditana y onubense ha tenido una fuerte conexión con la pesca, y el consumo de sepia es parte de la dieta local desde hace siglos. Los pescadores los traían frescos del mar y los cocinaban de inmediato, lo que daba lugar a preparaciones sencillas y rápidas como la fritura.
La diferencia de los chocos fritos con otros frutos de mar
Una de las grandes diferencias entre los chocos y otros mariscos, como los calamares, es su textura y sabor. La carne del choco es más firme y tiene un sabor más suave.
El verdadero truco para que queden tiernos y no chiclosos está en el rebozado y la cocción. No es difícil, pero requiere algunos secretos que ahora vamos a ver. No te preocupes, estás en buenas manos.
El rebozado perfecto: El secreto de los chocos fritos crujientes
Uno de los mayores secretos para unos chocos fritos crujientes está en el rebozado. Asegúrate de secar bien los chocos antes de pasarlos por la harina, ya que esto ayudará a que el rebozado se adhiera bien y no se despegue al freírlos.
- Para un extra de crocancia, podés mezclar harina de trigo con un poco de harina de garbanzo. Este es un truquito andaluz que no falla y que le dará un toque especial a tu plato.
Variantes creativas de los chocos fritos: Dale tu toque personal
Aunque la receta clásica es bastante simple y la más tradicional, podés jugar con los ingredientes para darle tu toque personal. Algunas ideas que te proponemos:
- Chocos con ajo y perejil: Mariná los chocos en ajo picado y perejil fresco antes de rebozarlos.
- Chocos con especias: Agregale pimentón dulce o picante a la harina antes de rebozar para un toque especial.
- Chocos con salsas: Aunque en Andalucía se sirven solos, podés acompañarlos con salsa alioli o mayonesa de limón.
En resumen, los chocos fritos son una delicia que se pueden disfrutar solos o acompañados, y siempre mejor con un toque de limón.
El acompañamiento ideal para tus chocos fritos
Este plato puede servirse como tapa o como plato principal. En los bares andaluces, los chocos fritos se acompañan con un toque de limón y una buena copa de vino blanco frío o una cerveza bien fresquita.
Pero si los querés hacer en casa como plato principal, te recomendamos acompañarlos con papas fritas o una ensalada fresca. También podés preparar una salsa alioli casera o una mayonesa de ajo para darle un extra de sabor.
Ahora que ya sabes todos los secretos para preparar unos chocos fritos tiernos y crujientes, es hora de ponerse manos a la obra. Esta receta, aunque sencilla, es un verdadero manjar que te transportará directamente a los bares de la costa andaluza con cada bocado.
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Receta de Chocos Fritos
Rinde: 2 porciones
Tiempo de preparación: 20 minutos
Ingredientes:
- 500 g de chocos
- 100 g de harina de garbanzo
- Aceite de oliva para freír
- Limón
- Sal
Como hacer chocos fritos
- Si los chocos están congelados, se deben sacar del congelador un día antes y colocarlos en la nevera para que se descongelen lentamente. Lavar bien los chocos con agua fría antes de comenzar.
- Separar los tentáculos del cuerpo. Para esta receta solo se utiliza el cuerpo de los chocos. Los tentáculos pueden reservarse para preparar arroz, caldo o salpicón.
- Sazonar los chocos con una pizca de sal y llevar a la nevera por 1 hora. Si no se dispone de tiempo, este paso es opcional.
- Después de la refrigeración, secar bien los chocos con papel absorbente. Colocar la harina de garbanzo en un plato y enharinar los chocos asegurándose de que queden completamente cubiertos. Sacudir el exceso de harina.
- Calentar abundante aceite de oliva en una cacerola o sartén profunda hasta que alcance una temperatura de entre 170-180 ºC. Utilizar un termómetro de cocina si es posible para controlar la temperatura. Freír los chocos en tandas pequeñas durante 2-3 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes, evitando llenar demasiado la sartén para no bajar la temperatura del aceite.
- Retirar los chocos fritos con una espumadera y colocarlos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa. Servir los chocos fritos calientes.