¡Bienvenidos y bienvenidas a Paulina Cocina! Hoy tenemos una receta deliciosa para vos que sos amante de lo dulce: Mousse de Mango, un cremoso y vistoso postre que combina el sabor intenso del mango con la suavidad del mousse, ideal para disfrutar de postre fácil para después de una comida.
El mousse de mango con leche condensada es uno de esos postres que nos transporta al verano tropical desde la primera cucharada. Su textura ligera, aireada y cremosa se funde en la boca, mientras que el sabor intenso del mango fresco nos envuelve en una ola de dulzura y frescura.
Hoy te invito a sumergirte en el mundo de este maravilloso postre para desentrañar todos sus secretos, compartir algunos tips para que tu mousse sea la envidia de todos, y por supuesto, te comparto una receta de mousse de mango irresistible que es fácil de seguir y deliciosa de disfrutar.
Sobre el Mousse de Mango
El mousse de mango no es sólo un postre fácil y riquísimo, es una celebración de esta fruta tropical tan preponderante en América Latina. Ya que su textura es ideal para crear un postre de mango que no sólo es visualmente atractivo, sino que también es un placer para el paladar.
- Los mangos, con su sabor dulce y ligeramente ácido, son perfectos para hacer tanto recetas saladas, como la salsa chamoy; como también dulces.
En la versión del mousse de mango tradicional, la clave está en equilibrar la dulzura del mango con la textura esponjosa de la crema batida y la firmeza que aporta la gelatina.
Pero como en toda receta conocida internacionalmente, existen variaciones que difieren de la tradicional y se van un poco más allá de lo clásico, desde el uso de leche condensada hasta la adición de especias como cardamomo o jengibre para un giro inesperado de sabor.
¿Qué es un mousse en pastelería?
El término “mousse” proviene del francés y significa “espuma”, lo que describe perfectamente la textura ligera y esponjosa que caracteriza a este postre. Generalmente, un mousse se compone de tres elementos básicos: una base saborizante, un agente estabilizante, y un elemento que aporte la textura esponjosa.
- En el caso del mousse de mango, la base es, por supuesto, el puré de mango y el agente estabilizante suele ser la gelatina, que ayuda a que el mousse mantenga su forma sin perder su ligereza. Finalmente, el aireado se logra con la incorporación de nata (crema) montada o claras de huevo batidas.
El arte de hacer bien un mousse casero radica en lograr la perfecta combinación de estos elementos, de manera que el resultado final sea un postre que se deshaga en la boca pero que, a la vez, mantenga su estructura en el plato. Y aunque puede parecer un desafío, con la técnica adecuada y un poco de paciencia, cualquiera puede dominar el arte del mousse.
5 Características del mousse de mango tradicional
- Textura ligera y aireada: Un buen mousse de mango debe ser ligero como una pluma. Para lograrlo es importante batir bien la nata y mezclarla con cuidado con el puré de mango y la gelatina, para evitar que se pierda el aire incorporado.
- Sabor fresco y afrutado: El sabor del mousse de mango debe ser fresco, pero con el vibrante y característico sabor a mango. Es esencial utilizar mangos maduros y jugosos, ya que son los que aportan el mejor sabor y evitar los mangos demasiado fibrosos, ya que pueden afectar la textura del mousse.
- Equilibrio de dulzura: Aunque el mango es una fruta naturalmente dulce, es importante equilibrar esa dulzura con los demás ingredientes. El mousse de mango con leche condensada puede ser una excelente forma de agregar dulzura adicional.
- Estabilidad y firmeza: El mousse de mango debe ser lo suficientemente firme como para mantener su forma, pero no tanto como para volverse pesado. La gelatina sin sabor es el ingrediente clave para lograr este equilibrio. Es importante disolver antes de incorporarla al puré de mango, para evitar grumos o una textura desigual.
- Versatilidad en la presentación: El mousse de mango se puede servir en copas individuales o en un molde grande para compartir, o incluso usarlo como relleno para tartas y pasteles. Además, se puede decorar con rodajas de mango, hojas de menta, semillas o incluso un toque de crema chantilly para darle un aspecto más elegante.
Cómo hacer mousse de mango con leche condensada
La leche condensada es un ingrediente maravilloso para utilizar en la preparación de postres, como el flan de leche condensada o la gelatina de mosaico. Y el mousse de mango no es la excepción, ya que le aporta dulzura y contribuye a que tenga una textura más rica y cremosa.
El proceso comienza como cualquier mousse: preparando un puré de mango suave y bien colado. A este puré se le añade una buena leche condensada, (si te animás podés hacer tu propia leche casera) que se mezcla hasta obtener una consistencia homogénea.
La gelatina disuelta se incorpora a la mezcla, y finalmente, se añade la crema batida, que se debe mezclar con movimientos envolventes para no perder el aire incorporado. El último paso necesario es el refrigerado por al menos 4 horas antes de servir.
5 Formas de hacer postre de mango fácil y rápido
- Mousse de mango en vasos individuales: En lugar de refrigerar todo el mousse en un solo recipiente, se distribuye la mezcla en pequeños vasos, lo que acorta el tiempo de refrigeración y hace que el postre esté listo más rápido. Una presentación perfecta para cenas o eventos.
- Mousse express con yogur: Para una versión más ligera y rápida del mousse de mango, se puede sustituir la crema batida por yogur griego. Esta versión es más liviana y se prepara en menos tiempo, ya que el yogur aporta una textura cremosa sin necesidad de batir.
- Mousse de mango con queso crema: Esto no sólo le aporta una textura más rica y cremosa, sino que también le da un sabor ligeramente ácido que complementa perfectamente la dulzura del mango.
- Mousse en capas: Por ejemplo, se pueden alternar capas de mousse con galletas trituradas, coco rallado o incluso una capa de mango fresco cortado en cubitos. Asi tendrás un postre con diferentes texturas y sabores en cada bocado.
- Mousse de mango con un toque de coco: Una combinación exquisita. Se agrega un poco de leche de coco a la mezcla de mango, y se decora con coco rallado o tostado.
5 Tips para preparar mousse de mango gourmet
- Elegir los mangos correctos: Para un mousse de mango gourmet, es fundamental seleccionar mangos maduros de buena calidad. Los mangos Ataúlfo, también conocidos como mangos de miel, son una excelente opción por su sabor dulce y su pulpa jugosa y sin fibras.
- Utilizar bien la gelatina: La gelatina es el agente estabilizante del mousse, por lo que es importante usar una de buena calidad y disolverla completamente para evitar grumos y lograr una textura uniforme.
- Controlar la temperatura: Antes de incorporar la gelatina al puré de mango, mezclar una cucharada del puré con la gelatina, para bajarle la temperatura y evitar que se coagule antes de tiempo.
- Incorporar la nata con cuidado: Cuando se agregue la nata montada al puré de mango, hacerlo con movimientos suaves y envolventes. Esto evitará que pierda el aire incorporado en el batido, lo que es crucial para lograr la textura esponjosa que caracteriza a un mousse de mango perfecto. La paciencia es clave.
- Experimentar con sabores adicionales: Si bien el mango es la estrella del mousse de mango, también se puede experimentar con sabores adicionales para darle un toque gourmet. Por ejemplo, una pizca de cardamomo, jengibre o incluso un poco de ralladura de limón puede elevar el perfil de sabor del mousse.
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Receta de mousse de mango
Rinde: 6 porciones
Tiempo de preparación: 20 minutos
Tiempo de refrigeración: 4 horas
Ingredientes para el mousse de mango con leche condensada
- 3 mangos maduros (preferentemente Ataúlfo)
- 1 lata de leche condensada
- 250 ml de nata para montar (crema)
- 1 sobre de gelatina sin sabor (7 g)
- 1/4 taza de agua fría (para disolver la gelatina)
- Hojas de menta fresca o semillas de sésamo negro (opcional para decorar)
- Mango en cubos pequeños (opcional para decorar)
Cómo hacer mousse de mango en 5 pasos
- Pelar los mangos y retirar la pulpa. Colocar la pulpa en una licuadora y procesar hasta obtener un puré de mango suave y sin grumos. Para eliminar cualquier fibra o pedazo sólido se puede colar. Reservar.
- En un bol pequeño, mezclar la gelatina con el agua fría y dejar reposar por unos minutos para que se hidrate. Luego, calentar la gelatina hidratada en el microondas durante 10-15 segundos, o hasta que esté completamente disuelta. Asegurarse de que la gelatina esté tibia y no caliente, y mezclarla con una cucharada del puré de mango.
- En un bol grande, mezclar el puré de mango con la gelatina disuelta. Agregar la leche condensada de manera gradual, mezclar bien hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados.
- En otro recipiente, batir la nata fría hasta que forme picos suaves. Con movimientos envolventes, incorporar al puré de mango, mezclando suavemente hasta que quede bien integrada, evitando sobremezclar para mantener la textura aireada.
- Verter la mezcla en moldes individuales o en un molde grande. Cubrir con papel film y refrigerar por al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche, hasta que el postre esté firme. Decorar con unas hojas de menta, semillas de sésamo negro y unos trozos de mango en cubos justo antes de servir.