¡Por favor como nos gustan los quesos! Creo que si hacemos una votación mundial, vamos a estar todos de acuerdo en que es el mejor descubrimiento humano, después del fuego. Ni hablar que si a esa tabla de quesos donde están todos juntos y con otros ingredientes para que los realcen, le sumamos vino y bueno… la felicidad.
Hoy les vamos a compartir todos los secretos, consejos y tips para hacer una tabla de quesos para vino, sencilla pero vistosa y variada.
Tabla de Contenidos
Sobre la tabla de quesos
Una tabla de quesos es una selección de quesos dispuestos en una presentación atractiva y acompañados de diversos elementos que realzan sus sabores y texturas. Estas tablas son muy versátiles y se adaptan a una variedad de ocasiones, desde picnics informales hasta eventos más elegantes.
Una sencilla forma de comer bien y variado
Las tablas de quesos sencillas suelen constar de tres a cinco tipos de quesos con diferentes perfiles de sabor y texturas. Se recomienda incluir una variedad de quesos como queso duro, queso suave, queso azul, queso de cabra y queso ahumado. Acompañarlos con elementos como galletas, pan fresco, frutos secos, frutas frescas y mermeladas puede realzar la experiencia. Además, se pueden agregar aceitunas, pepinillos y carnes frías como el salami.
La clave para una tabla de quesos sencilla es la diversidad de sabores y texturas para satisfacer a una amplia gama de paladares.
Maridaje de quesos y vinos: caricia al paladar
Cuando se trata de crear una tabla de quesos para maridar con vino, es importante considerar la armonía entre los sabores del queso y el vino, es decir, la intensidad y los sabores de cada uno de ellos. Lo usual es el maridaje por similitud.
- Los quesos suaves, como el brie o el camembert, suelen combinar bien con vinos blancos secos, mientras que los quesos más intensos, como el cheddar añejo o el roquefort, pueden armonizar con vinos tintos robustos.
- Los quesos azules son una elección interesante para vinos dulces como el vino de Oporto. Además de los quesos, se pueden incluir frutas como uvas o higos, nueces y miel en la tabla para resaltar los matices del vino.
La elección de quesos y vinos debe centrarse en equilibrar y realzar los sabores en lugar de competir entre sí.
6 datos necesarios para los amantes del queso
- Aunque las tablas de quesos modernas son un elemento común en la gastronomía, los quesos han sido consumidos por humanos durante miles de años. Los primeros quesos se cree que datan de hace más de 7,000 años en lo que hoy es Polonia.
- Los amantes del queso a menudo emplean un lenguaje sofisticado para describir sabores y texturas. Palabras como “terroir” se utilizan para denotar la influencia del entorno geográfico en el sabor de un queso.
- Francia es conocida por ser el país con la mayor cantidad de quesos diferentes. Se estima que hay más de 1,000 tipos de quesos franceses, ofreciendo una amplia variedad para disfrutar en una tabla de quesos.
- Algunos quesos se han vendido a precios extraordinarios en subastas. El queso Pule, producido en Serbia a partir de la leche de burra, se ha vendido por varios miles de dólares por kilogramo.
- La combinación de quesos y vinos es un arte en sí mismo. Se han desarrollado reglas generales para maridar quesos con vinos que buscan realzar los sabores de ambos.
- En todo el mundo, existen eventos y festivales dedicados exclusivamente a los quesos, como el Festival de Quesos de Gruyères en Suiza o el Festival de Quesos de Bra en Italia.
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Cómo hacer una gran tabla de quesos
La creación de una tabla de quesos es una experiencia creativa
- Para comenzar, seleccionar una variedad de quesos que incluyan diferentes sabores y texturas. Optar por quesos blandos y cremosos, quesos semiduros, quesos duros y quesos azules para ofrecer una diversidad que atraiga a todos los paladares.
- Elegir una superficie adecuada para presentar los quesos. Las tablas de madera, las losas de mármol o las pizarras son excelentes opciones para crear un ambiente rústico y elegante. Colocar los quesos de manera atractiva en la tabla. Distribuir de manera que sean accesibles para tus invitados. Cortar algunos quesos en trozos y dejar otros enteros.
- Finalmente, agrega elementos decorativos y acompañamientos. Puedes incorporar frutas frescas, frutos secos, galletas, pan rústico, mermeladas, aceitunas y hierbas frescas para realzar el aspecto visual de la tabla y complementar los sabores de los quesos.
Ingredientes infaltables en la tabla de quesos
Una tabla de quesos es una deliciosa y versátil presentación de quesos acompañada de una variedad de elementos que realzan sus sabores y texturas.
- Quesos: La selección de quesos es el elemento principal. Pueden incluir una variedad de quesos con diferentes perfiles de sabor y texturas. Esto puede incluir quesos blandos como el brie o el camembert, quesos semiblandos como el gouda, quesos semiduros como el cheddar, quesos duros como el parmesano y quesos azules como el roquefort.
- Galletas y/o Pan: Proporcionar una selección de galletas, panes y crackers para servir como vehículos para los quesos. El pan fresco, las baguettes o los grissini también son excelentes opciones.
- Frutas Frescas: Agregar frutas frescas como uvas, higos, manzanas o peras puede ofrecer un contraste refrescante con los quesos y añadir una dulzura natural.
- Frutos Secos: Los frutos secos como almendras, nueces o avellanas complementan los quesos y aportan un toque crujiente.
- Mermeladas y Confituras: Ofrecer mermelada casera , confituras como higos en almíbar o chutney de frutas, puede aportar un toque dulce y un contraste interesante.
- Aceitunas y Pepinillos: Las aceitunas verdes y negras, así como los pickles caseros, son opciones saladas que pueden equilibrar los sabores de los quesos.
- Charcutería: Puedes complementar la tabla de quesos con carnes frías, como salami, prosciutto o jamón serrano. Estas opciones añaden variedad y sabor.
- Hierbas y Flores Comestibles: Agregar hierbas frescas como romero o tomillo, así como flores comestibles, puede dar un toque de frescura y estética a la presentación.
- Miel: Un pequeño cuenco de miel puede ser un excelente acompañamiento para quesos como el queso de cabra o el gorgonzola, ya que el contraste de dulzura y sabor puede ser muy atractivo.