¡Bienvenidos y bienvenidas a Paulina Cocina! ¿Cómo están? En esta ocasión nos convoca el Pastrami, un producto que se hizo emblemático en las ruidosas calles de Nueva York, que ya se ha ganado un lugar en muchos restaurantes de todo el mundo, pero que por suerte ahora también podemos disfrutar en nuestra casa.
El sándwich de pastrami se ha convertido en un ícono cultural, inmortalizado en escenas de películas como “Cuando Harry conoció a Sally” y series como “Seinfeld”, que celebran la tradición y el sabor de este delicioso manjar.
Hoy vamos a descubrir todos los secretos del pastrami de ternera, sus orígenes, sus características, los mejores acompañamientos y tips para disfrutarlo. Además te dejamos cinco opciones de recetas con pastrami para sumar este ingrediente a tu cocina.
El pastrami es un producto cárnico ahumado y especiado, originario de la gastronomía judía rumana. Tradicionalmente se elabora con carne de ternera, aunque también se pueden encontrar variantes con otros tipos de carne.
El pastrami de ternera es especialmente apreciado por su sabor profundo y su capacidad para combinar perfectamente con una variedad de ingredientes, desde el clásico hot pastrami hasta ensaladas gourmet. La combinación perfecta de especias y el proceso de ahumado le imprimen un perfil de sabor inigualable.
Para entender realmente el encanto del pastrami, es necesario conocer su historia. Su origen se remonta a la antigua Rumania judía, donde se conocía como “pastramă” y se elaboraba principalmente con carne de oveja.
Este ingrediente rápidamente ganó popularidad en Nueva York, donde se convirtió en un alimento típico de los delicatessen judíos. Katz’s Delicatessen, es uno de los más famosos de la ciudad, que se especializa en el sándwich de pastrami desde 1888, y su receta secreta atrae a clientes que llegan de todo el mundo desde hace más de un siglo.
El roast beef es simplemente carne de ternera asada, generalmente condimentada con sal y pimienta antes de asarse. Mientras que el pastrami pasa por un proceso más complejo de curado, condimentado, ahumado y cocido al vapor, lo que le confiere un sabor y textura particula.
Tradicionalmente, este producto se elabora con falda de ternera, una parte del pecho que es rica en sabor y textura, aunque también se pueden utilizar otros cortes como la tapa de lomo alto (tapa de asado).
El proceso de preparación del pastrami casero incluye varios pasos: primero, se debe curar la carne en salmuera durante varios días; luego, se seca parcialmente, se condimenta con una mezcla de especias (que suele incluir ajo, pimienta negra, cilantro, pimentón y mostaza) y finalmente se ahuma y se cuece al vapor.
Este meticuloso proceso de preparación le otorga su característico sabor ahumado y su textura tierna y jugosa. Puede parecer una tarea ardua, pero con un poco de paciencia y dedicación, es totalmente posible.
Seguime en Instagram (acá)
Y en YouTube que subo recetas nuevas todas las semanas (clic acá)
Un clásico neoyorquino con un sabor robusto y una textura tierna. Se prepara con un pan de centeno de buena calidad, una cantidad generosa de la carne caliente cortada en lonjas, mostaza de dijon y pepinillos agridulces.
Una ensalada fresca y ligera, perfecta para una comida rápida pero proteica. Se necesita pastrami cortado en tiras, rúcula fresca, tomates cherry, queso parmesano y una vinagreta de mostaza.
Una combinación innovadora que renueva el sabor de la clásica pizza. Sobre una masa de pizza casera con salsa de tomate y mozzarella, se colocan lonjas de pastrami, se cubre con cebollas caramelizadas y se hornea unos minutos.
Esta receta con hojaldre es una deliciosa opción para disfrutar como aperitivo o para una merienda especial. El pastrami se envuelve en una capa de queso y masa de hojaldre, luego se pasa por huevo batido y semillas de sésamo y se hornea ligeramente hasta que los rollitos estén dorados y crujientes.
Esta pasta cremosa es un plato reconfortante y sabroso, ideal para una comida abundante. La salsa se hace con nata (crema) y queso parmesano, que se mezclan con tiras de pastrami y se sirven sobre una pasta corta, como unos rigatoni.