Receta de Mermelada de Moras casera: sabor frutal en tu cocina con pocos ingredientes

Hoy: cómo preparar una Mermelada de Moras casera, tan fácil que te vas a sentir una estrella de la cocina. Y lo mejor de todo es que no necesitas ingredientes exóticos ni herramientas de lujo, sólo moras frescas y ganas de disfrutar de algo delicioso.

Quédate leyendo, porque vas a descubrir cómo convertir unas simples moras en una mermelada casera que superará cualquier versión comprada, sin importar tu nivel de experiencia en la cocina. Vamos a mantenerlo simple, práctico, y sobre todo delicioso.

Tabla de contenidos

Sobre la Mermelada de Moras

La mermelada de moras es muy consumida y elaborada en España, una receta clásica que se ha transmitido a lo largo de los siglos. Su preparación es sencilla, el resultado es una explosión de sabores que combina lo dulce y lo ácido de las moras en su punto perfecto.

Vamos a ver una versión muy simple, ya que es una receta ideal para aprovechar las frutas de temporada, esta receta te permitirá disfrutar de un sabor auténtico y natural durante todo el año.

Origen y datos de la mermelada de moras silvestres

La mermelada de moras tiene su origen en tiempos antiguos, cuando las moras se preparaban de una forma muy simple con miel o azúcar, solo para preservar su frescura y disfrutarla durante los meses de invierno.

Aunque la técnica ha evolucionado, el objetivo sigue siendo el mismo: aprovechar las frutas de temporada, cuando están en su mejor momento y conservar su sabor de forma deliciosa.

En regiones como el norte de España y Galicia, la tradición ha dado lugar a versiones locales. Donde las moras silvestres son recolectadas en los bosques y se utilizan para crear mermeladas con un sabor más intenso. Algunas recetas incluso incorporan un toque de aguardiente o anís, aportando un toque distintivo a esta conserva clásica.

Trucos para hacer la mejor mermelada de moras

¿Mermelada muy líquida?: Si después de cocinar sientes que la mezcla está demasiado líquida, sigue cocinando a fuego bajo. La pectina natural de las moras se activa lentamente, así que paciencia.
¿Demasiado dulce?: Si no te gusta que quede muy empalagosa, puedes reducir un poco la cantidad de azúcar o reemplazar una parte por edulcorantes naturales, como miel o sirope de agave.
Aromatiza tu mermelada: Un truco que siempre funciona es añadir un toque de canela o incluso un par de hojas de menta. Les da un sabor fresco y único a las moras.
Pepitas fuera: Aunque hay quienes disfrutan la textura de las pepitas, si prefieres una mermelada suave y uniforme, el pasapurés o colador serán tus aliados para lograr una mermelada de moras sin pepitas.
Para envasar: La mermelada usaremos botes de cristal que hayamos reciclado. Los esterilizamos sumergiéndolos en agua hirviendo durante media hora, junto con la tapa.

Diferentes versiones de mermelada de moras para probar

Diferentes formas de preparar la mermelada acá lo más importante es el gusto de cada cocinero, aunque entre las más conocidas encontramos las tres que leerás a continuación:

Mermelada de moras sin pepitas: Algunos prefieren una textura más suave y uniforme.
Mermelada de moras y manzana: La manzana ayuda a espesar la mermelada gracias a su pectina natural.
Mermelada de moras y frambuesas: Mezclar diferentes bayas da lugar a sabores únicos.

¿Con o sin pepitas? Elige la mejor versión de mermelada de moras

Ah, el eterno dilema! Como decíamos más arriba, es simplemente una versión más, sacar las pepitas no hará grandes variaciones en el sabor. Aún asi, algunas personas prefieren eliminar las pepitas porque pueden ser algo molestas, especialmente para quienes disfrutan de una textura más suave. Otros prefieren dejarlas para mantener esa textura rústica y tradicional.

Para hacer una mermelada de moras sin pepitas, simplemente pasa la mezcla cocida por un colador o pasapurés antes de colocar en el frasco.

Consejos para esterilizar y envasar mermelada: una conservación perfecta

Una vez que lograste hacer tu propia mermelada casera, solo vas a querer que dure el mayor tiempo posible. Para garantizar que tu mermelada casera se conserve en óptimas condiciones, es importante esterilizar correctamente los frascos y envasar de manera adecuada.

Elegir los frascos correctos: Lo ideal es que sean frascos de vidrio con tapa metálica. Pueden ser reciclados, pero las tapas tienen que estar en buen estado, sin óxido ni daños.
Lavar los frascos: Lávalos bien con agua caliente y detergente, incluso si parecen limpios. No te olvides de enjuagarlos completamente, sin dejar restos de jabón.
Esterilización de los frascos: Un paso fundamental para que la mermelada dure más. Tenemos dos métodos para hacer esto:

Método clásico (agua hirviendo). Sumergir los frascos completamente en una olla grande con agua hirviendo durante 10 minutos. Recuerda esterilizar también las tapas, pero solo durante el último minuto, ya que requieren menos tiempo.

Método alternativo (horno). Precalentar el horno a 120°C y colocar dentro los frascos bien limpios durante 20 minutos. Las tapas, en este caso, no deben ir al horno; esterilizarlas en agua hirviendo justo antes de usarlas.

Envasar, cerrar al vacío: Cuando la mermelada esté lista y caliente, llenamos cuidadosamente los frascos aún calientes, casi hasta el borde. Cerramos los frascos y los colocamos boca abajo por unos minutos para crear un vacío, (esto es clave para una mejor conservación).

Almacenamiento: Una vez que los frascos estén completamente fríos, guardarlos en un lugar fresco, oscuro y seco. Ahora esa mermelada casera puede durar hasta un año. Una vez abierta sí o sí, hay que refrigerar.

4 Ingredientes para que la mermelada de moras dure más tiempo

Para que una mermelada casera dure más tiempo, hay algunos trucos e ingredientes extra que se pueden agregar para asegurar una buena conservación sin perder sabor:

Azúcar: el conservante natural por excelencia. Además de endulzar, también ayuda a que la mermelada se mantenga en buen estado por más tiempo.
Limón: otro aliado ácido importante. El limón no solo potencia el sabor de las frutas, sino que su ácido ayuda a la conservación. El ácido cítrico ayuda a prevenir el crecimiento de microorganismos. También mejora la textura, ayudando a que la mermelada cuaje mejor.
Pectina: para espesar y conservar. La pectina que es una fibra natural que se encuentra en frutas como manzanas y cítricos, también es fundamental. No solo ayuda a espesar la mermelada, sino que también actúa como conservante. Si las frutas que utilizas tienen poca pectina, podrías agregar trozos de manzana verde o semillas durante la cocción.
Alcohol: es otra opción tradicional. Un toque de licor fuerte, como ron, coñac o vodka, no sólo aporta sabor, sino que también actúa como conservante, prolongando la vida útil de la mermelada.

No lo pienses mucho más y anda a buscar tus moras, o cualquier fruta porque la mermelada es ese as bajo la manga para aprovechar todas las frutas de temporada.

Si te dieron ganas aquí te dejamos una receta de mermelada casera de naranja, o de duraznos sin azúcar! También tenes opción mermelada de frutilla sin azúcar. Para que elijas.

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